—Hola— El mayor saludó con una sonrisa estirando su mano, la pequeña mano del niño la tomó y se estrecharon con simpatez

—Sunoo, debo hablar de algo importante que con mi padre. Así que agradecería que sigas jugando en el patio y puedes volver cuando cocine, ¿Sí?— Le explicó al niño con tranquilidad

—Sí— Asintió él con su sonrisa particular y se fue alejando

—Bien, siéntate un poco— Llamó Jinsoul señalando a su padre el sillón cómodo que podía usar y él se sentó en silencio —¿Quieres que te sirva algo?—

—No es necesario, seré breve— Negó rápidamente haciendo que Jinsoul se aleje de la zona donde iba a sacar algo para beber y se sentó frente a él

—Bueno, suelta lo que tengas. Solo no quiero un alboroto, en mi casa y frente a Sunoo, ¿Ya?— Recalcó acomodándose para poder verlo mejor

—Es un lindo niño— Dijo con algo de orgullo, Jinsoul solo elevó sus hombros y se quedó callada para que él continúe —Bueno, te quería ser directo en algo, pero no tanto—

—Ya no fue directo— Avisó Jinsoul logrando que sus manos golpeen los lados del sillón —Solo dime si es para enojarme primero, lo digo como para prepararme o no—

—No, no es para que te enojes, deja de pensar así— Aclaró con rapidez el hombre —Solo que me pregunto cómo te lo vas a tomar—

—No lo sabrás hasta que me digas—

—Vengo a pedirte perdón, como padre, como tu ser querido. No quería hacerte daño, todo lo contrario— Fue hablando, logrando que Jinsoul subiera ambas cejas —Yo ahora que he estado enfermo creo que aprecio lo que la vida te puede dar y se va muy rápido. También he pensado en todo lo que has dicho y cómo me gustaría que estés si me pasa algo. Solo me preguntaba qué sería de ti si sucede que yo me voy al día siguiente. No me voy, pero me pasaba mucho por la cabeza, que yo me iría enojado contigo. Después de lo de tu madre, ambos cambiamos, mucho, y quería pedirte perdón, por no cumplir con mi misión de ser un buen padre después que quedamos solo nosotros dos. Me fui y me perdí, lamento que me esté dando cuenta tarde, que lo esté pensando recién ahora, que recién hoy te digo perdón por todo. Solo quiero tu perdón—

—Está bien y...— Su corazón que latía con fuerza y su garganta que formó un nudo, le hicieron una mala pasada al momento de querer encontrar las palabras —¿A qué viene todo esto...?, ¿Qué quieres además...?—

—Además de tu perdón. Solo pido una segunda oportunidad, o tal vez la número un millón— Sus labios formaron una línea —También, solo te quiero pedir que seas feliz. A esta edad, yo tan viejo y tú siendo una adulta. Lo único que te puedo pedir, es que seas feliz, y lo que tú me puedes pedir a mí, es que me mantenga saludable, es lo único que necesitamos del otro. Por favor, Jinsoul, dime que vas a ser feliz—

—¿Me estás diciendo recién ahora que sea feliz?— Preguntó algo de mala gana, el hombre solo pidió la mano de su hija y esta se la dio algo insegura —Hace un año me hiciste todo lo contrario—

—No, siempre te he pedido que seas feliz, solo que...— También sufrió del nudo en la garganta —No lo pensé bien, no pensé en ti en ningún momento. Por eso te pido perdón. Siempre quise que seas feliz, pero yo era el único que no te lo estaba dejando ser. Por eso, ahora te quiero decir, que no te exigo nada más. Solo que seas feliz y tú misma lo busques. Como debió ser desde que te convertiste en una adulta— Habló mientras dejaba caricias en la mano contraria

—N-no...— Se quedó sin palabras, su mirada se fue hacia el suelo y se quedó ahí sin nada qué decir

—En serio, lo lamento. Un día casi me golpeas o me gritabas que me odias, hace poco, te preocupaste en exceso porque me descompensé. Me hizo pensar, en lo cuánto podemos querer y en lo cuánto que podemos arruinar las cosas. No quiero llegar al punto donde no haya vuelta atrás, no quiero que te alejes más de mí— Por más que intentaba que lo miren a los ojos, eso no sucedía —No te presionaré, pero dejaré mi pregunta abierta, ¿Me perdonas?—

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