—No estoy jugando Javier, tienes veinte años, ¿Cuándo piensas independizarte? O al menos hacer cosas por tu cuenta. —emanaba seriedad así que imaginé no estaba de humor.

—Toda mi vida he hecho cosas por mi cuenta, solo que no puedo hacer siempre cosas que no me gustan. —desvié mi mirada de la suya, que parecía un témpano de hielo.

— ¿Crees que la música y los libros te resolverán la vida? No es así, en la vida real muchos hacemos cosas que no nos gustan para sobrevivir. Si supieras cuantos sueños enterrados hay en el mundo dejarías de soñar tanto, porque tristemente ésta en la realidad. —y tenía razón en cierto modo, en el mundo ser feliz es algo tan complicado como que Megan Fox se fije en mí, je.

—Creo que escribiré eso en un libro. —le sonreí.

Leonel me miró con rabia y finalmente se fue. Yo sin esperar más me puse de pie, tomé mis cosas y me marché. Hoy no era un gran día, y sé que hacer cuando los días son así.

Caminé algunas calles, llegando a una casa. Toqué dos veces y la puerta se abrió. Dentro, cuatro de mis amigos me recibieron, todos alegres. Mila, una rubia de veintiún años, rebelde sin causa. Leo, un castaño de veintitrés, algo tímido. Jorge, un idiota de cabello teñido verde, de veinte años como yo. Y finalmente Azul, la creadora de la banda, tal como su nombre se tiñó el cabello, es mayor que yo dos años y es una genia, además de que es preciosa. Sí, ella me gusta.

—Esa sonrisa solo me dice que te escapaste del trabajo hoy. —Azul se acercó a mí y me dio un pequeño abrazo.

—Dice que he venido aquí a distraerme un poco. —me encogí de hombros. Ella sonrió y siguió su camino.

—Boludo, leí el párrafo del libro que me mandaste. Tenés talento. —ahora me hablaba Mila.

— ¿Eso crees? —le sonreí abiertamente.

—Claro que sí, me has dejado sin palabras. —me ruboricé, es que... Mierda no todos los días te dicen eso.

Iba a seguir hablando con ella, pero mi teléfono sonó avisando un mensaje.

*Camila: Ya estoy mejor, no tienes de qué preocuparte, ¿ok?

*Javier: Tarde, ya me he preocupado, mi chama.

¿Mi chama? ¿Qué fue eso? Ella a veces me dice "chamo" como dicen allá en Venezuela para referirse a personas y amigos, al igual que esa palabra que usa mucho "pana", que también es para referirse a amigos pero cercanos, pero ajá yo nunca me había referido a ella de ese modo. ¿Por qué le dije así?

*Camila: Me encantoooo. Ya te estoy pegando palabras.

Okey, no lo planeé, pero verla feliz al menos con eso, me hace sentir bien a mí. No pude seguir contestándole cuando el ruido ensordecedor de una guitarra eléctrica hizo vibrar cada pequeño lugar de la casa. Sonreí y caminé hasta el salón de música de la casa de Azul.

Allí estaban todos, Mila en el piano, Jorge con la guitarra eléctrica, Leo con el bajo, Azul al micrófono y la batería esperando por mí. Con una sonrisa me acerqué a la batería, me senté y probando un poco el sonido empecé a tocar. Los demás también alegres empezaron a hacer su trabajo.

In the end de Linkin Park resonaba por todo el sitio. La voz melodiosa de azul lo inundó todo, el sonido estruendoso de la batería acompañaba igual que la guitarra eléctrica, Mila hacía magia con el piano y Leo le añadía el mejor toque a la canción con el bajo. Me pude desahogar, pude respirar, me liberé tocando la música que me gusta, siendo yo.

Terminamos de tocar, Azul me miró fijamente y sentí como mi mundo se iluminaba con solo su sonrisa.

—Buen trabajo. —murmuró y salió de la habitación.

Me levanté y fui tras ella, pero no pude llegar hasta ella a causa de que en ese momento llegó alguien a la casa. Un chico alto, de unos veinticinco, ojos claros, cabello tan negro como la noche. Azul fue hasta él y dándole un beso le dio la bienvenida. Mi mundo cayó en picada, pude oír el ruidoso sonido de mi corazón al romperse.

—Él es Arturo, mi novio, se unirá a la banda, como vocalista. —todos salieron a recibirlo, pero yo no pude hacer nada, ya que las palabras de Azul me dejaron estático.

—Debo irme.

Salí como alma que lleva al diablo, un nudo se instaló en mi garganta, caminaba a paso rápido para llegar a mi casa mientras sentía que mis piezas se caían con cada paso.

Ella nunca lo mencionó, de hecho, nos coqueteamos siempre. Ese chico jugará con ella seguro, Azul debería estar conmigo.

Llegué a casa y fue peor lo que encontré al llegar. Mis padres peleaban y al verme empezaron a pelear conmigo también.

— ¿Cómo pudiste haberte ido del trabajo así? ¡¿Sos imbécil o qué?! —mi padre me empujó enviándome un par de pasos atrás.

—No estoy de humor, por favor ya paren. —comenté y caminé directo a mi habitación pero no pude evitar escuchar sus gritos y la manera que hablaban de mí.

"Es tu culpa que sólo sea un idiota."

"No sirve para nada."

"No sé qué hice para merecer un hijo así."

"Es un fracasado."

Esa noche lloré, lloré mucho, recibí un mensaje de Camila que decía.

*Camila: ¿Qué tal estuvo tu día? Yo estoy agotada.

Ni siquiera pude responderle, porque me dolía el alma, me dolía todo, y no podía más.


***

¡Holii! ¿Cómo están guapuras?

Espero este capítulo les haya gustado, si es así, conménten un corazoncito negro por el pobre Javier:(

¿Qué les pareció el capítulo?

OJO: Amigos soy Venezolana y se me hace algo difícil a veces narrar desde el punto de vista de Javier, si de casualidad por allí hay algún/a chicx Argentinx que me ayude con eso, se lo agradecía un montón, contácteme por aquí o por Instagram y nos hacemos amix:D 

Sin más, si tienen amigos que aún no conocen esta historia, recomiéndenla para que la familia crezca <3 Y nos vemos el próximo Lunes. Besotes <3

Con amor. Betza.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Nov 29, 2021 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Amigos en conexión [En proceso]Where stories live. Discover now