26 | Tensión ⌫

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Entré en pánico. —¡Ve a mi habitación, está arriba, al fondo! —Eso hizo mientras yo apagaba la TV y ordenaba los sillones. Corrí con Jungwoo y cerré la puerta antes de que ellos entraran.

—¿No les dijiste que vendría? —sentado en mi cama.

—Ni siquiera recordaba que ellos vivían aquí —fui a su lado.

Lanzó una risita nerviosa mientras se levantaba a mirar mi escritorio. Ahí fue cuando recordé aquel momento en que aluciné con él...

«¿Por qué me siento tan raro cuando pienso en eso?».

—Tu habitación debe ser muy oscura, pon cortinas translúcidas —mencionó.

—Oh, claro —sonreí mientras él se recostaba en la cama.

—Así que... Tendré que quedarme otro rato —volteó a verme.

—Ellos duermen temprano, no te preocupes —Me quité los zapatos y crucé los pies sobre la cama.

—Bueno... ¿Qué hacemos ahora? —se sentó estirando sus piernas. Nuestros ojos no se separaban de los del otro y yo empezaba a sonrojarme mientras recordaba lo que pasó en el piso de abajo.

«Si mis padres no hubieran llegado, ¿qué estaría pasando ahora?», esa duda me estaba consumiendo. Me sentía raro y confundido; no tenía idea de si Jungwoo correspondía esas raras sensaciones, no tenía idea de si él estaba viendo todo de la misma manera, y me aterraba averiguarlo, me aterraba asumir que era así y estar equivocado, no quería quedar como un idiota.

Él empezó a reír. —¿Por qué estás tan rojo? —se acercó peligrosamente—, ¿en qué estás pensando?

—Yo... —volteé la cabeza y abracé mis piernas.

«¡Mierda, mierda, mierda!».

Mi cuerpo acababa de traicionarme y no sabía qué hacer, si él se daba cuenta era el fin del mundo para mí. Jungwoo estaba agitado y eso me asustaba; ninguno de los dos se atrevía a decir algo y la tensión aumentaba y aumentaba a cada segundo. Lo sabía, sabía que él se dió cuenta y deseaba con todas mis fuerzas desaparecer de la faz de la tierra en ese momento.

—Do-Doyoung... —rompió el silencio—, ¿te gusto, cierto?

Aún con toda mi inseguridad entendí que negarlo era estúpido a ese punto, así que sin pensarlo dos veces, asentí. Pasaron el par de segundos más tensos de mi vida antes de sentir el dulce tacto de sus labios en los míos. Debía estar soñando. «¿Cómo es posible sentirse de esa manera?», no lo comprendía, pero no hacía falta. Me dejé llevar por primera vez en toda mi vida, ahora solo existía una cosa en mi mente: Él y yo. Podía sentir su lengua dentro de mi boca, la recorría con delicadeza pero fuerza a la vez, justo como esperaba que lo hiciera. Posó mi cabeza en la almohada y se levantó sobre mí. Él lo estaba sintiendo, no había forma de que no lo hiciera, estaba justo debajo de él. Mi respiración se aceleró, él siguió besándome sin despegar su cintura de mi cuerpo. Estábamos desahogando todo lo que sentíamos por el otro sin decir ni una sola palabra.

Era un momento demasiado perfecto, y para mi desgracia, como cualquier persona excepto yo podría predecir, algo lo interrumpió.

Mamá abrió la puerta. Todos nos quedamos paralizados, Jungwoo estaba desabrochando mi camisa y yo tenía mis brazos alrededor de su cuello.

«Espero que al menos pongan DAY6 en mi funeral».

𝗛oliday 🍂Where stories live. Discover now