Apocalipsis: El contraataque | BL

56. Unión al ejercito

La calidad de la armadura era diferente a la división de calidad de la carta.

La calidad de la armadura podía clasificarse en siete niveles: áspera (gris), ordinaria (blanca), excelente (verde), exquisita (azul), épica (púrpura), legendaria (naranja), reliquia (oro).

Tang Shi estaba muy satisfecho con ese conjunto de armaduras. Con el poder defensivo de 2 puntos, podía ser a prueba de grandes balas. Inmediatamente la hipotetizó. La Armadura de Hierro Real se convirtió en una luz y se puso automáticamente sobre Tang Shi. La armadura azul grisácea era muy fina, pero era muy dura y resistente. No se podía ver desde fuera con el traje puesto.

Con una mejor mirada, este conjunto de armadura estaba compuesto por innumerables piezas diminutas de hierro real, conectadas con el poder del elemento. Era muy suave, no teniendo ningún impacto en los movimientos. La armadura se ajustaba perfectamente a Tang Shi como unas mallas. Aparte de su cabeza y cuello, todas las partes importantes de su cuerpo estaban protegidas por la armadura.

Si hubiera una armadura exterior, se llevaría por fuera de toda la ropa y habría casco, protectores de manos y botas de batalla. Ahora que el verdadero mineral de hierro era todavía muy raro, Tang Shi no quería presumir. Era suficiente para proteger las partes vitales de su cuerpo. Había poca gente que pudiera hacerle daño.

Después de hacer todo esto, Tang Shi convirtió al Herrero Vicioso en una carta. Cualquiera podía decir que era una criatura de cartas con una mirada a su apariencia única, su increíble altura y su aspecto aterrador.

La herida de bala en la pierna de Tang Shi se había recuperado. Había ganado mucho hoy y por eso decidió volver a descansar durante dos días.

Al pasar por el callejón, echó un vistazo al interior. Los miembros rotos habían desaparecido, dejando sólo una sangre espantosa.

No había forma de encontrar ninguna pista sobre la muerte de un individuo en el fin del mundo. La gente moría aquí y allá. Nadie sabría si fueron asesinados o comidos por la especie alienígena. Además, los cadáveres habían desaparecido. No había por dónde empezar.

Cuando Tang Shi volvió a su apartamento, Yan Xu aún no había regresado. Cogió una bolsa de fideos instantáneos de la sala de estudio, pero la dejó porque estaba harto de comerla seca. No tuvo más remedio que sacar los utensilios de cocina de picnic que había preparado antes, verter agua mineral en una olla caliente, ponerla en la estufa de gas y esperar a que el agua hirviera. Fue a buscar una bolsa de jamones, los cortó en rodajas y los puso en fideos. Todo estaba listo. Tang Shi se quedó pensando y sacó dos huevos de la pequeña rejilla.

En una época pacífica, una olla de fideos era bastante normal. Ahora era más caro que el oro. No era algo que se pudiera comprar con oro. Tang Shi sacó el bol y los palillos. Antes de comer, escuchó el sonido de la puerta abriéndose. Yan Xu volvía sobre la hora. En cuanto Yan Xu entró por la puerta, se sintió atraído por el olor de la comida. Se apresuró a cerrar la puerta, pues temía que el olor de los fideos saliera al exterior y que todos los habitantes de la planta baja fueran refugiados muy hambrientos. Podrían causar problemas a causa de los fideos.

Tang Shi le sirvió un cuenco de fideos y se burló: "Tienes buena suerte. Sabes que estoy cocinando comida deliciosa, ¿verdad?".

Había pasado más de un mes desde el fin del mundo. Básicamente, estaban cazando especies alienígenas en la zona del otoño y obteniendo cristales de poder de los elementos. Sólo podían comer galletas, pan y fideos instantáneos cada día. Aunque Yan Xu era un soldado de las fuerzas especiales y había sufrido un duro nivel de vida, no le perjudicaba comer algo agradable para variar.

Hacía mucho tiempo que no comían algo caliente. Yan Xu se sentó y cogió el bol de fideos. Se sorprendió al ver jamones y bolsas en los fideos. Era una comida de lujo.