¿que siento?

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―Acéptalo me ama más a mí, solo mira lo feliz que se pone cuando vengo ― argumentó la chica acariciando al felino que estaba tumbado en sus piernas.
―Porque lo mimas y le tres dulces, pero sabe que yo soy su padre y está claro que me ama más ― se defendió el ojiazul a lo que ella alzó su ceja.
― Hum, la verdad no pensé que Micchi haría algo como pedir matrimonio sin desmayar en el intento ― se río ante aquel pensamiento― Ahora que lo pienso ¿Tú no tienes novia? ¿Ninguno de los chicos aparte de Micchi tiene verdad? Que patéticos, casi pienso que son gays ― añadió lo último en burla que dio directo en la dignidad del chico como si clavaran una flecha. Ella al ver la reacción no pudo evitar reír ― Va, va. Era broma, además seguro tienes muchas detrás tuyo ― al decir esto último sintió un leve pinchazo en su pecho, pero no le tomo importancia
―No realmente, no tengo mucha suerte. ― suspiro pesado
―¿Enserio? ― acercándose a él para tomar su cara entre sus manos ― pero si eres muy tierno, amable, tienes un gran corazón, divertido, simpático, dulce... Apuesto que eres todo un romántico como los protagonistas de shoujo. Tus ojos... ― esto último lo dijo sin pensar, fue algo que salió solo. El rubio tenía un notorio sonrojo en su cara y ella sintió como su pulso se aceleraba, estaban demasiado cerca. Estuvo a punto de decir algo más, pero en eso un hipar se hizo presente, haciéndola reaccionar. No volvieron a tocar el tema y se dedicaron a jugar videojuegos el resto de la tarde.

"Definitivamente necesito un médico, esto no es normal"

Y eso fue lo que pasó, ¿se pueden creer que la señora Lee se me rió? Encima ni me vieron. No sé qué vio tan gracioso, claramente aquí dice "síntomas de taquicardia" ven ― mostrándoles el teléfono en Google, las chicas se echaron a reír y ella infló los cachetes molesta.
―Hana cariño ― poniendo una mano en la cara de la pelinegra ― Tu supuesta enfermedad tiene nombre y apellido ― dijo la pelirosa, siempre era así de cariñosa con todos.
―Mami para ser la mejor de la clase no se te da muy bien medicina. Las enfermedades no tienen apellido ― la pelirroja se golpeó la frente ante su respuesta y la peliblanca solo suspiro a sabiendas que sea lo que sea que le digan no lo entendería.
―Veamos, te pondré un ejemplo ¿Que sientes cuando comes un dorayaki?
―Fácil, mi cuerpo segrega serotonina la cual me provoca sensación de felicidad.

Las tres chicas golpearon sus frentes con sus manos mientras seguían intentando explicarle de una manera u otra que era lo que sentía y/o porque se sentía de aquella manera, pero era inútil. Intentaron de la manera "si alguien te quita tu dulce como te sientes o que haces" a lo que su respuesta siempre era "lo golpeo o se lo pido de buenas maneras mientras lo amenazo con golpearlo". Definitivamente así se lo dibujaran la chica no entendería así que al final se dieron por vencidas.

―¡Ahh! ¿Qué diablos pasa contigo idiota? era mi último dorayaki, como te atreves a robarle a Hana su preciado dorayaki en su día. ¡Insensible! ¡Voy a cortarte en pedacitos y te lanzaré al mar para que seas comida de peces! ¡Te odio Kenii! ― lanzándole la mochila directa a la cara, pero el rubio logro esquivarla mientras la miraba con burla. Si había algo que el mayor disfrutaba era hacerla enojar, era divertido ver como de ese pequeño cuerpo salían tantas blasfemas.

Hana se encontraba con Draken en una cafetería, habían quedado para su cumpleaños y en rato llegaría el resto. No era cosa que le gustaba celebrarlo, pero ese día simplemente le apeteció quedar con todos para ir a la cafetería de Tomoe antes de cerrar. Aprovecharon la última hora para dejar el local solo para ellos y hacer una pequeña reunión.

―Ustedes hacen mucho escándalo― se quejó Smiley entrando
―¿No pueden estar sin discutir un solo día? ― preguntó Hakkai
― Al menos no son como las de ellos dos ―añadió Takashi señalando a Draken y Mikey
―¡No huyas maldito cobarde! ― gritó la fémina rodeando la mesa para alcanzarlo.
Finalmente Tomoe se enojó y golpeó la mesa del mostrador haciendo sobresaltar a los presentes mientras le daba una mirada de "o te estás quieta o no hay pastel" a Hana. La pelinegra se sentó sin decir palabra, cruzó los brazos e infló los cachetes en señal de molestia.
No pasó mucho tiempo para que llegarán los demás, lo que nadie sabía es que lastimosamente sería la última vez en que se reunirían todos.

―¡Fuyo! ¡Kenii me quitó mi dorayaki, pégale! ― saltando hacía el joven que entraban por la puerta ― Mami dijo que no puedo pegar a alguien que me quita mi dulce pero que tu si ― empujándolo hacía Draken.

Mami nunca dijo eso, Hana tergiversó las palabras y las amoldó a su manera.

―Hana... Se hace tarde y tu hermano va a matarme ― la movió un poco para que se despertará a lo que ella se remoloneo.
―Tu cama es muy cómoda, huele a ti, me gusta y Peke J es blandito, hoy duermo aquí. ― susurró la pelinegra haciendo que al rubio se le subieran los tonos.
―N-no pu-puedes do-dormir aquí, no estaría bien ― estaba más rojo que un tomate después de escuchar lo que dijo la ojirojo y gracias a eso no podía ni hablar sin tartamudear.
―¡Shh! Despiertas al bebé. Jun no lo sabrá, le dije que dormiría en casa de Mo. Duerme bien

No había nada que hacer, ella ganaba. Acarició su cabeza y deposito un beso en su frente pensando que estaría dormida y no se daría cuenta. Ni modo, le tocaría dormir en el sofá esa noche.

 Ni modo, le tocaría dormir en el sofá esa noche

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Niia: holi holi aquí les dejo nuevo capi. 
Los i love ❤️
Se me cuidan ( ˘ ³˘)
Ya saben si les gusta no olviden su estrellita 💫

Pantera - Tokyo Revengers #PGP2023Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum