Septiembre

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Mi mirada se dirige al cielo y me doy cuenta que me identifico con sus colores.

Esa acostumbrada sensación recorre mi pecho.

Estoy cansadx y solx.

Puedo sentir mis ojos acumular lágrimas que no son derramadas.

El cielo está de un color gris intenso y los rayos vislumbran la ciudad.

Sin embargo aún no está lloviendo.

Pero sabemos que en cualquier momento la tormenta llegará y con ella el aguacero que guardan mis ojos.

-Jane T

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