12 CHICOS LOBOS - Capitulo 15

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Nadó por los canales de su subconsciente hasta llegar a un lejano y empolvado recuerdo. 1 de Noviembre del 2002, era su cumpleaños número 5, todo había transcurrido con normalidad, pero había algo que diferenciaba este cumpleaños de todos los demás. Las monjas querían tomarle una foto.

Una de las madres superioras tomo a Erika de la mano y la llevo por el pasillo, llegaron a una habitación dentro de las oficinas, y la hizo sentarse en un banquillo. Erika espero con curiosidad lo que iba a pasar. La madre tomó una cámara grande que estaba sobre la repisa.

- Mira aquí niña. - la llamo la madre con ternura.

Erika nunca había visto un objeto similar a ese. Miro con atención a la madre quien inclinaba un poco su espalda para un mejor enfoque. De la nada el objeto hizo un sonido y una luz blanca y brillante encandilo los ojos de la pequeña niña por un instante. Erika observo con fascinación como de la cámara salía una hoja pequeña y oscura. La madre la desprendió y comenzó a abanicarse con ella. Después de unos segundos la madre miro su creación y sonrió.

- Mira, eres tú. - le dijo sonriendo mientras le extendía la hoja que ahora mostraba una pequeña niña distraída.

En ese momento otra de las madres entro en la habitación con un marcador en la mano, le dedico una leve sonrisa a Erika y le pidió la foto a la primera madre. Garabateo algo sobre la parte inferior blanca de la foto para luego mirarla con mayor atención. Frunció el ceño con desaprobación dirigiéndose a la primera madre.

- La niña sale distraída, casi no se le ve el rostro.

- ¡Pero si sale muy linda! - contesto la madre defendiendo su trabajo.

- Hermana Sarah, no pierda el tiempo y tómele otra. - sonrió la madre por su obstinada compañera.

- Muy bien corazón, esta vez mira a la cámara. - dijo la madre dirigiéndose a Erika.

Se quedó muy quieta y observo el objeto con atención, esperando de nuevo esa fugaz luz. Cuando la foto se imprimió ambas madres se miraron y asintieron con aprobación, dando a entender que tenían lo que querían.

- Espera ahí linda. - dijo una de las madres mientras ambas se dirigían al cuarto de al lado.

Obedeció y se quedó sobre el banquillo balanceando los pies. La puerta del cuarto de al lado estaba abierta, y Erika podía ver a las madres, una sentada en una silla mientras la otra buscaba algo en un archivero. La madre encontró lo que buscaba y saco un folder color amarillo, lo abrió y coloco ambas fotos en su interior sujetándolas con un clip. Antes de cerrar el folder la madre comenzó a hojearlo, y soltó un triste suspiro.

- ¿Qué sucede hermana?

La madre negó con la cabeza mientras cerraba y volvía a guardar el folder.

- Sigo sin entender hermana. Que dejen niños en nuestras puertas no es algo extraño, pero que los entreguen voluntariamente... - frunció el ceño - No puedo creer que ya han pasado cinco años y sigan sin regresar por ella.

- Hermana, usted sabe que no tenían otra opción. Recuerde lo difícil que fue para ellos.

- Siempre hay otra alternativa hermana, además, por más grave que fuera su problema, pienso que ya han tenido suficiente tiempo. Creo que ya deberíamos ponerla en adopción.

- Pero hermana, no nos corresponde hacer eso, si ellos dijeron que volverían es porque lo harán. ¿Qué pasaría si regresaran y su hija ya no está? ¿Qué les diríamos?

La madre cerró los ojos y reflexiono un momento mientras cerraba la gaveta del archivero.

- Definitivamente eso sería un problema hermana, pero ¿y si nunca lo hacen? Usted sabe lo duro que es para un niño ver como todos los demás se van a reconstruir sus vidas mientras otros tienen que quedarse. Ella no merece eso hermana.

- Si eso llegara a suceder, los padres han dejado por decisión propia sus nombres y una dirección, la niña podría buscarlos si eso es lo que desea, cuando cumpla los 17.

- Usted lo ha dicho hermana, si eso es lo que ella desea.

La madre tomo asiento junto a la otra mientras se retiraba sus gafas y masajeaba sus sienes. Al parecer no estaban de acuerdo en muchas cosas, pero ambas coincidían en algo, se habían olvidado por completo de Erika quien seguía sentada en el banquillo, escuchando toda su conversación, aunque no pudiera comprenderla.

- Deles un poco más de tiempo, hermana. Todos merecemos una segunda oportunidad.

- Lo sé hermana... pero trate de explicarle eso a la pobre niña.

***

Estiro los brazos sintiendo un agradable tronido, se removió palpando y buscando a Simón, pero ya no estaba. Froto sus ojos mientras estos se adaptaban a la luz de la madriguera, miro en todas las direcciones, estaba sola.

No quería reprocharle nada a nadie, pero dejarla sola no era una de las mejores opciones en esos momentos, en especial por la ansiedad que rápidamente se desataba en su interior.

Se levantó tomando la manta de Sheen para envolverse en ella, tratando de recordarse que estaba en la madriguera, la cual hasta el momento era el lugar más seguro al que podía aspirar.

Camino por el pasillo hasta llegar a la habitación principal, donde un suspiro de alivio la recorrió por completo al encontrar a los 12 chicos sentados en un medio circulo. Pero su sonrisa se desvaneció lentamente al mirar con más atención las miradas serias de todos los chicos.

- ¿Qué pasa? - pregunto confundida.

- Baby Doll, siéntate por favor. - dijo Arón con voz tranquila.

Se sentó junto a Demián sin poder relajar el entrecejo. ¿A qué venia tanto misterio de la nada?

- Baby Doll, todos coincidimos en que lo que paso es una experiencia muy frustrante y desagradable. - dijo Parker tomando la palabra - Todos estamos muy molestos, no contigo, sino con nosotros mismos y con lo que paso.

- Pero... - Erika quería intervenir pero no la dejaron.

- Cuando te trajimos aquí, sabíamos que estábamos tomando un riesgo muy grande, pero pensamos que siendo mayoría, podríamos manejarlo con facilidad. - continuo Lucas.

- Debemos admitir que al principio tus intentos de escape nos la ponían difícil, sin embargo seguía siendo algo que podíamos controlar. - afirmo Baco.

- Luego apareció ese niño, Nick, quien no estaba contemplado en nuestros planes. - dijo Kaiser mirando el suelo. - Él complico un poco las cosas.

- ¿Qué es lo que intentan decir? - logro decir Erika antes de que la callaran de nuevo.

Los chicos guardaron silencio unos minutos e intercambiaron miradas llenas de arrepentimiento y frustración.

- Creímos que podríamos cuidarte, prometimos que íbamos a cuidarte... pero creo que fallamos. - dijo Micaél penetrándola con unos ojos oscuros llenos de pesar.

Todos volvieron a callar. Erika negó con la cabeza mientras pasaba la vista de chico en chico sin entender lo que intentaban decirle. Por ultimo clavó la vista en Chris, quien la estaba viendo con más seriedad que de costumbre. De pronto su boca formó un triste intento de sonrisa.

- Baby Doll, ¿Estas lista para regresar a la ciudad?

12 CHICOS LOBOS ©Where stories live. Discover now