Capítulo 17

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El Otro Chico

Miró su celular y recibió un mensaje de Diana, sonrió pero su sonrisa no duró mucho al leer el mensaje.

Diana_7:49pm:

Acaba de dejarme Duncan, ¿vienes un rato a mi casa? Estoy sola.

Duncan era el chico universitario con quien salía, ¿cómo sería él? ¿Sabría lo que Diana le estaba haciendo? ¿Cómo se sentiría?

Dudó en responder, pero si quería salir esa realidad, debía actuar como si estuviese completamente en ella.

Felix_7:51pm:

Voy para allá

Diana_7:51pm:

Te espero ;)

Tomó una sudadera y se echó un poco de colonia en su cuello. En su realidad no usaba ese aroma pero sabía que a Diana le gustaba.

Tomó prestado el auto de sus padres, al parecer—y era lo único que le gustaba de esa realidad—, sus padres le tenían la suficiente confianza como para prestarle el auto sin quejas ni súplicas.

Llegó a la casa de Diana en menos de veinte minutos y la chica se encontraba esperándolo en la puerta. Ella le sonrió y caminó hacia él para saludarlo con un beso en la mejilla y tomar su mano para llevarlo dentro de su casa. Felix todavía seguía confuso con todo lo que sucedía en esa realidad; no se sentía cómodo pero estaba Diana.

—Te extrañé todo el día—le dijo ella y se lanzó hacia él para besarlo. Felix de la sorpresa se alejó inconsciente y eso causó que ella lo mirase confundida—. ¿Sucede algo?

—Ah, no yo...

— ¿No quieres acostarte conmigo hoy? —preguntó ella y puso un gesto de tristeza frunciendo sus labios provocando un puchero.

— ¡No es eso! —dijo, aunque estaba impresionado de que tuviese la confianza de estar sexualmente con Diana.

Vaya chico era el Felix de esa realidad; todo lo que él no era realmente.

— ¿Estás bien?

—Quiero sólo quedarme contigo hoy, conversando, viendo alguna película—dijo, Diana asintió; no entendía por qué Felix se comportaba de esa forma pero aceptó ya que también le gustaría estar con él de esa forma.

Su novio Duncan era genial pero siempre estaba ocupado; tenía la mayor parte de su mañana para la Universidad y sus tardes siempre estaban centradas en prácticas de Fútbol ya que era uno de los titulares en el equipo nacional. Casi no la veía y siempre se sentía sola.

Engañarlo nunca fue una opción, pero un día cuando ella y Felix se encontraban solos y ella se sentía triste por no poder estar con su novio, las cosas entre ellos se juntaron y entre un beso o dos inició todo. No estaba orgullosa de ello, sabía que si continuaba le rompería el corazón a ambos chicos y a ella misma pero Duncan tenía algo que Felix no y Felix tenía algo que a Duncan le faltaba. ¿Estaba mal tener una relación con dos chicos?

Lo estaba si todas las partes no conocían o no estaba de acuerdo con la situación.

— ¿Cómo te fue hoy? —preguntó él, Diana se acomódo sentándose a su lado en el sillón.

—Estuve en el partido de Duncan hoy en la mañana y luego salimos a celebrar con su equipo porque ganaron—mencionó ella—. Estuvo genial, pero simplemente no es lo mío—suspiró—. Cuando me hablan de fútbol es como si hablaran un idioma diferente al mío; sólo entendía cuando hablaban sobre goles.

Felix rió. La entendía porque a él tampoco se le daba muy bien el fútbol, lo único que conocía de ello era que Jensen era el capitán del equipo en su Instituto.

—Creo que yo habría estado igual—rió él. Diana se acercó y le dio un beso en la mejilla.

Quizás si siempre fuese así en esa realidad, no tendría ningún problema en quedarse en ella.

— ¿Cómo te fue a ti?

Felix suspiró. ¿Qué le podía decir?

«Pues la verdad es que estoy atrapado en esta realidad aka dimensión y sólo quiero regresar a la mía pero en ella tampoco estamos juntos y posiblemente esto sea lo más cercano que leguemos a estar de ello»—Sí, no le diría eso.

—Estuve con Miles temprano—ella alzó una ceja curiosa, Felix nunca hablaba con Miles a menos que se tratase de algún trabajo.

—¿Tenían algún trabajo juntos?

—No, sólo conversamos sobre nosotros.

— ¿Ustedes? ¿Qué significa nosotros? —preguntó ella, más extrañada.

—Digamos que compartimos la misma desilusión—respondió, Diana todavía no entendía pero prefirió no seguir preguntándole sobre ello—. Y bueno, no sé si hablamos de esto abiertamente pero el novio de mi hermana confesó que saldría conmigo si yo no lo hubiese tratado como un patán—mencionó el tema que tanto lo había atareado desde que Jensen se marchó.

— ¿Jensen? —preguntó ella, él asintió—. No me sorprende.

— ¿Qué sea novio de Fátima?

—No, que te confesara eso—dijo ella—. No estoy para nada sorprendida, la verdad.

— ¿No?

—No—respondió, al ver que Felix continuaba mirándola, volvió a hablar—. Pensé que era un poco obvio, pero le gustaste a Jensen desde que llegaste al Instituto.

— ¿Qué?

Sintió su corazón latir rápido. ¿Por qué? ¿Por qué se sentía tan nervioso en ese momento?

—Que le podrá gustar tu hermana y toda esa cosa que te diga pero nunca ha dejado de quitarte la mirada—mencionó ella tranquila, ¿cómo podía estar tranquila en ese momento? ¿Cómo podía estar cuando él estaba temblando de los nervios por algo que ni siquiera era real en su mundo?

— ¿Dices que l gusté a Jensen?

—Digo que todavía le gustas.

Y de pronto, todo se volvió negro.

›››

Sus ojos se abrieron al sentir que era arrastrado por alguien, pudo ver que era Fátima quien lo llevaba de la mano hasta llevarlo dentro del comedor. Estaban nuevamente en el baile de bienvenida.

—Iré a la pista para ver si algún chico se me une a bailar—escuchó y suspiró de alivio al saber que había salido de esa realidad.

—Está bien—le dijo, ella se marchó y él se acomodó su traje para buscar a Jensen con la mirada.

Según sus cálculos, él ya debía haber llegado al baile y se lo tenía que encontrar en la barra de bebidas, sin embargo, tenía una mejor idea para esa noche. Se encontró al chico sentado sólo en una mesa con la mirada fija en la pista de baile, sus ojos danzaban de un lado a otro como si estuviese buscando algo. Se acercó a él y sin pensarlo dos veces le habló con la misma línea que él había usado la primera vez que lo conoció:

—Tienes una cara de que estás obligado estar aquí—habló el chico.

La primera vez de muchasWhere stories live. Discover now