Prologo.

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Los dos estábamos completamente desnudos, Jev estaba sentado en el borde de la cama. Me acerqué a él lentamente y me senté encima suyo. Beso mi cuello y me susurro al oído "espere tanto por éste momento"

Me recosto en la cama y él se puso encima mío, podía sentir el rose de su masculinidad con mi feminidad. Al principio dolio, pero el dolor se fue convirtiendo en sastifaccion y cada vez me gustaba más.

En la habitación lo único que se escuchaba eran nuestras respiraciones aceleradas que se mezclaban de tan cerca que estaban.

Bese su cuello, me separe y corté la poca distancia con un beso que no era algo tierno, era más bien algo más salvaje y apasionado. Después de mucho rato terminamos completamente cansados, uno al lado del otro cubiertos con las sábanas. Me miro y me dijo "Te quiero, Elizabeth, más de lo que puedes imaginar" no conteste con palabras pero sí con un beso el cuál se volvió único.

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Me desperté y Jev no estaba a mi lado, me senté en la cama y ahí apareció. Con un café en las manos.

Mientras yo tomaba mi café Jev me dijo:

-Ayer fue una noche única. Aunque hay algo que me tiene pensando.

Baje mi taza

-Que cosa?- dije algo confundida.

-No te he cuidado como debía. Tengo miedo de las consecuencias.

Le recordé que tengo problemas para quedar embarazada aunque eso no lo calmo mucho.

Cosas inesperadas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora