Capítulo VII.

48.2K 3.3K 880
                                    

Harry P.O.V.

Sentí como algo puntiagudo me picaba la panza. Me di la vuelta para seguir durmiendo pero ahora sentía esa cosa picarme la espalda. Que molesto. Apreté los ojos lo más que pude, para poder dormir de nuevo pero la cosa esta seguía jodiendome. Enojado, tome la cosa esa, pero no conté con que la persona que lo tenía lo jalara hacia ella y darme un buen golpe en la cabeza.

-¡Ouch!- me quejé incorporandome. Abrí de a poco los ojos debido a los rayos de Sol y me encontré con Margaret sonriendo-

-¡Hasta que despiertas!-

-Me golpeaste con un palo- me quejé-

-Pues sí, sino lo hacía tendría que dejarte aquí tirado en el bosque y a ver si un oso llega y te come- dice irónica-

Voltee a mi al rededor y era el único que estaba tumbado en el suelo.

-¿Y los demás?- le pregunté-

-Ya están en el campamento, ellos si se levantan temprano- me puse de pie y acomodé mi ropa-

-¿Qué hora es?- le pregunté. Ibamos camino al campamento y ella esquivaba cualquier rama que se le atravesara-

-Las siete- la miré incrédulo- ¿Qué?-

-¡Me levantaste a las siete de la mañana!- le reclamé y me dio otro palazo-

-¡No me hace la voz jovencito!- me regaño como lo haría mi madre- es que los necesito paro algo urgente...-

-Oh, ¿y que es?- pregunté curioso-

-Lo verás cuando lleguemos-

Seguimos caminando y sentía como me desvanecía de sueño, anoche no podíamos dormir porque escuchábamos ruidos, hojas caer o como se movían los arbustos con el viento. Y peor aún, pensábamos que vendría un oso y nos cenaría mientras dormíamos.

Consejo para la vida: jamás vayan al bosque por la noche.

-¿Y los chicos?- pregunté refiriéndome a los niños-

-Ellos están bien- dijo sin tomarle mucha importancia-

-¿Anoche no fueron a buscarnos o algo así?-

-Si- dice sonriente tratando de matar a una abeja que nos venía siguiendo-

-Si pero aún no los encontramos- dice luchando con ella. La miré sorprendido y antes de que dijera algo, habló- Me alzas la voz y meteré tu cabeza en ese panal- dice señalando a uno enorme que colgaba de un árbol detrás de mi-

-No no, no pensaba gritarte- dije nervioso, porque, por una extraña razón si la creo capaz- si la sigues amenazando con el palo te va a picar...-advertí-

-¡Tonterías!- dice sonriente cuando la espantó- soy inmune a estas cosas-

-Si bueno, yo creo que deberíamos seguir, no vaya a ser que nos persiga o nos pique a cualquiera de los dos-

-Al que va a picar va a ser a ti- dice mirando hacia todos lados, para saber a donde se fue la bestia con alas- se rindió al parecer-

Sentí un zumbido en mi oreja, lo aparte con mi mano y en menos de cuatro segundos estaba de nuevo molestando. Me giré y vi a esa condenada abeja rondando por mi cabeza.

No sé quien me molesta más por las mañanas, si Margaret o la abeja.

-¡Se paró en tu cabeza!- gritó señalándola-

-¡Quítamela!- dije temeroso a que me picara- ¡Pero no me golpes con el palo!- grité, ya la veía que se acercaba con el palo listo para golpearme-

Our time is here.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora