Más cerca de lo que creía...

Capítulo 3

-Ash…- di media vuelta y sentí un almohadón estamparse contra mi cara. Una de dos: o los almohadones pueden volar o Jack arrojó uno. La primera opción es totalmente imposible, así que…

-¡Voy a matarte!- lo amenacé, señalándolo con el dedo índice. Él solo sonrió y salió corriendo como alma que sigue el diablo. -¡Cobarde!- grité y lo seguí, tropezando con todo en el camino. Definitivamente me va a tomar mucho tiempo ordenar esto. Chocaba contra los muebles, tirando una o dos cosas. Para correr me impulsaba con las manos, apoyándome en las paredes para no caerme. Frené en seco cuando oí un portazo seguido de un “¡Puta madre!” En pocos segundos me encontraba en el lugar del que provino el ruido.

La puerta de mi habitación.

[…]

-¡Esto no es justo!- hice un puchero mientras golpeaba la espalda de Jack que me sostenía como bolsa de papas -¡Bájame!- supliqué sin dejar de golpearlo, moviéndome como loca.

-¡Quédate quieta!- me retó, alterado -¡Si sigues moviéndote vas a hacer que ambos caigamos por las escaleras!- paré de moverme, no quería terminar con algún hueso roto. –Buena niña.- dijo más calmado, dándome palmaditas en…

-¡No me toques el trasero!- estallé, sacudiéndome aún más que antes, causando que cayéramos por las escaleras… Bueno, solo fueron cinco escalones, para qué exagerar. -¡Me aplastas!- le grité. Él había caído sobre mí -¡Sal de encima mío Foca Gorda!- trataba de quitármelo de encima, pero no podía. Jack solo reía al ver mis desesperados intentos de moverlo.

-¿Foca Gorda?- preguntó divertido y con un tono de ofendido que era claramente falso.

-¡Sí!- respondí abriendo los ojos como platos -¡Si no sacas tu culo de encima mío vas a terminar matándome!- exageré, quizás así conseguía que saliera.

-Está bien…- suspiré de alivio –pero…- siguió diciendo a medida que una sonrisa pícara se formaba en su rostro. Mierda. –Tendrás que decir que soy el chico más hermoso y sexy del mundo.- solté una carcajada. Él tenía una expresión de confusión debido a mi extraña reacción.

-Jack, no importa cuántas veces lo diga, ni tú te lo crees.- dije sonriendo. Él presionó mi abdomen, justo como yo lo había hecho antes, haciendo que reprimiera un gemido de dolor. –Bien, tú ganas. Eres el chico más hermoso y sexy del mundo.- sonrió y se levantó. Solté un suspiro de alivio.

-¿Ves? No era tan difícil.- dijo ofreciéndome su mano para ayudarme a levantarme. –Ya estamos a mano, antes me aplastaste tú y ahora yo te aplasté.- caminamos hasta la cocina, tanto correr –no fueron ni cinco minutos-- nos había dado hambre.

[…]

-¡Ash! ¡Despierta!- Jack gritó y sentí como el agua helada caía en mi cara. Me sobresalté, sentándome en la cama de un brinco. Abrí los ojos y lo vi parado a un lado de mi cama, sonriendo con un vaso en la mano.

-Esta vez sí que voy a matarte.- pronuncié lentamente cada palabra, arrastrándolas, remarcando el “si”. Bajé de la cama y lo corrí por toda la casa, hasta la calle. -¡Cuidado!- grité hacia Jack, viendo como un auto se acercaba rápidamente a él.

-¿Ash? ¿Q-…?- preguntó mirándome, pero no pudo terminar porque el auto lo golpeó, arrastrándolo hasta la esquina.

-¡Jack!- exclamé horrorizada, corriendo hacia el cuerpo inmóvil de mi mejor amigo. -¡Jack! ¡Jack!- repetía su nombre una y otra vez. Mis ojos se llenaban de lágrimas mientras veía como un charco color carmesí se formada debajo de su cabeza. Su rostro tenía leves raspones, al igual que en los brazos y piernas. -¡Jack! ¡Resiste!- seguía gritando. -¡Alguien! ¡Ayuda!- chillé desesperada y levanté la vista, mirando a todas las direcciones, buscando a alguien. Sostuve el cuerpo de mi amigo contra mi pecho, llorando desconsoladamente mientras sentía como su corazón se detenía…

-¡Jack!- grité, pero me tranquilicé al ver que estaba en mi cuarto y al recordar que él se había ido anoche, luego de cenar. Estaba agitada, transpirada y con los ojos cristalizados. –Fue solo un sueño.- murmuré mirando mis temblorosas manos.

Dejé un short negro; una musculosa celeste con una calavera en violeta; unas converse celestes y mi chaqueta de cuero negra sobre la cama. Me duché, vestí y sequé mi cabello azabache. Agarré mi celular, la mochila y la patineta. Bajé las escaleras corriendo, fui hasta la cocina y tomé mi desayuno.

-¡Marta, me voy!- grité mirando la puerta de la cocina. “Hasta luego” fue su respuesta.

[…]

Para: Jack <3

Hola, ya llegaste? Estoy frente al salón de álgebra.

Inmediatamente recibí su respuesta.

De: Jack <3

Ya casi llego! Vas a tener que contarme qué te pasa :P

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Hola!!! Pobre Ash!! Que susto!!

(El final tiene poca inspiración u.u)

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Besos y abrazos (Gaaay) <3 <3