Capítulo 2

85 6 4
                                    

El día había terminado para la mayor parte de los alumnos. ¿Por qué digo mayor parte? Porque en ese momento estaba yendo a la hermosa detención. (Nótese el sarcasmo)

Entré al salón, entregué el papel y me senté al fondo, en una esquina. A los pocos minutos entra un chico… no hay que mentir, era un poco bonito… Okey, estaba bien bueno. ¿Qué mierda estoy pensando? Para que se hagan una idea, su cabello es corto y rubio, ojos celestes, tiene un piercing en el labio inferior, es alto y delgado. Vestía unos jeans negros, una camiseta blanca y unas vans azules. Cargaba su mochila color azul marino en su hombro izquierdo. Su aspecto era del típico chico malo. Echó un vistazo al salón y detuvo su mirada en mí. Atravesó el lugar y se sentó a mi izquierda. Genial.

-Hola, preciosa.- lo imaginaba, me estaba coqueteando. Lo ignoré, me puse a escuchar música, asegurándome de que mi cabello tapara los auriculares. –Vamos, no seas tímida. ¿Cómo te llamas?

-No. Me. Jodas.- separé cada una de las palabras, remarcando el no. Definitivamente este día no podía ser peor.

[…]

Seguía escuchando música, ignorando al rubio. Sentí como mi celular vibraba entre mis manos. Un mensaje de Jack.

De: Jack <3

Ey! Estoy en el estacionamiento, vienes?

Levanté la mirada de la pantalla y… ¡bingo! El profesor se había quedado dormido. En realidad más rápido de lo que esperaba, pero mejor. Me levanté de mi asiento y caminé hasta el frente. Tomé el reloj que había en la mesa y adelanté la hora; hice lo mismo con el de la pared y con su celular.

Para: Jack <3

Espera, ya salgo :)

Le mandé un mensaje para que me esperara. Lo único que me faltaba era que me dejara sola.

-Señor Marcus…- lo movía lentamente, intentando despertarlo. Hasta que abrió los ojos, algo confundido. –Ya es la hora, terminó la detención, -le mostré el reloj -¿ve?

-Es verdad, -se dirigió a los pocos alumnos que había --que eran todos hombres, excepto yo-- y les indicó que se fueran.

Festejé internamente, siempre funcionaba. No podía creer lo ingenuos que llegaban a ser a veces los profesores. Ya estando fuera, algunos me agradecieron lo que hice, a lo que conteste con una sonrisa. Corrí por los pasillos hasta la salida y, luego, al estacionamiento. Allí estaba Jack, esperando sentado sobre la moto.

-¡Sparrow!- grité, agitando mi mano. Me fulminó con la mirada, odiaba que lo llamara así. Solté una carcajada y caminé hasta él.

-Te dije que no me dijeras así.- me retó con los brazos cruzados sobre su pecho. -¿Vamos Enana?- Oh, no dijo eso.

-Tú no dijiste eso.- lo señalé. Se rio y movió sus labios, formando claramente la palabra enana. Bufé y me tiré sobre él, colgándome de su cuello. Jack puso sus manos en mi cintura, para evitar que callera. Nos reímos juntos, estaba segura de que había algo mal en nuestras cabezas o… no había nada en ellas.

-Así que por eso me ignorabas.- esa voz, no puede ser, el chico de detención. Ambos nos volteamos y, efectivamente, el rubio estaba parado a unos metros de nosotros. –Hacen linda pareja.- nos separamos rápidamente, traté de ver el rostro de Jack pero él corrió la mirada, aun así pude ver de costado un leve sonrojo.

-N-nosotros no s-somos pareja.- dije algo nerviosa, moviendo frenéticamente las manos. –Sólo somos a-amigos.- tartamudeaba. ¡Maldito…! Emm… no sé su nombre… ¡Maldito rubio!

-Entonces creo que a tu amigo no le va a importar que te acompañe a casa, ¿verdad?- dijo marcando la palabra amigo y poniendo su mano alrededor de mi cintura. ¿Qué mierda cree que hace?

-Lo siento, pero no.- el tono de Jack era de enojo. Apartó la mano de mi cintura de un manotazo. Me rodeó con sus brazos y me subió a la moto. Luego se subió él y me pasó el casco. Arrancó la moto, alejándonos del chico.

[…]

-¿Estás bien?- le pregunté mientras me sentaba sobre la mesa ratona que está frente al sillón. –No le hagas caso, yo te quiero.- lo animé, pasando una mano por su mejilla. Él agarró mi mano y la apretó suavemente.

-Yo también te quiero, enana.- volvía a ser el de antes. Pero no se salvaría de haberme llamado enana. Salté sobre él sin previo aviso, quedando el aplastado contra el sillón y yo arriba suyo. -¡Bájate! ¡Me aplastas el páncreas!- gritó tratando de levantarme.

 Lo miré –Jack, ¿sabes dónde está el páncreas?- negó con un movimiento de cabeza -¿Sabes qué es?- volvió a negar. Golpeé mi cabeza mentalmente. Saqué el celular de mi bolsillo y puse la cámara. – ¡Whisky!- grité y apreté el botón. Miré la foto y la puse de fondo de pantalla.

-Ash, levántate, por favor.- suplicó. No se lo haría tan fácil, antes tendría que hacer algo.

-Solo si me dices que soy la persona más hermosa y sensual del mundo. – su rostro cambió, dejando ver claramente la confusión.

-Ni en sueños.- lo aplasté un poco más y se quejó –Bien, bien. Eres la persona más hermosa y sensual del mundo. – sonreí victoriosa y bajé del sillón. –Ash…- di media vuelta y…

----------------------------------------------------------------------------

Hola!! Jack es muy chu (/*o*\)

Si les gusta voten y comenten, se agradece.

Besos y abrazos (Gaaay) <3 <3

Más cerca de lo que creía...Where stories live. Discover now