Last Life.

Capitulo 3

Todos se relajaron minutos después. No sabían que el relajo acabaría pronto. Tocaron rápidamente la puerta del camerino. Aliss dio un saltito y Holy abrió la puerta.

Holy sintió como su estómago ardió por dos segundos. Quien tocaba la puerta, era Richard, el jefe y dueño del cabaret.

Richard era un hombre no muy alto, calvo, llevaba lentes y una gran barba negra con una que otra cana. Una mirada seria, profunda e infeliz, hacían conjunto con su ancha espalda y su negro traje de diseñador.

Holy se sorprendió demasiado. No era la persona que esperaba.

-¿Que les ocurre? Mandé a Xan a buscarlas y parece que le dije que fuera por unas copas y se quedara aquí mientras los demás trabajaban.- dijo en un tono enojado y sarcástico.

Por la cara de Holy, Richard sabía que algo no estaba bien. Miró al interior de la habitación y en lo primero en lo que puso su mirada, fue en la bebé.

El, no lanzó una mirada sorprendida, el, en cambio suspiró. Pareciese que esto era normal en su vida y estaba harto que pasara.

Caminó unos tres pasos antes de llegar al marco de la puerta y, Holy, sabía que si se quedaba ahí parada, el gran cuerpo de Richard la arrollaría, así que solo se hizo a un lado.

Richard se paró en frente de Xan. Analizó bien su cara y bajó la mirada hacia la niña.

Su cara al igual que la de Xan, se tranquilizó.

-Podemos explicarlo, en serio.- dijo Aliss intentando tranquilizar al jefe, en el fondo, ella sabía que no sería así, que estaban en graves problemas.

-¿De quien es?- cuestionó Richard, sin dejar de mirar a la pequeña.

-No sabemos.- respondió Aliss.

-¿Que edad tiene?- preguntó Richard, esta vez mirando a Aliss.

-No sabemos.- volvió a responder.

-¿Donde estaba?- volvió la vista a Holy.

-En una caja, en la puerta trasera.- señaló atrás de ella con el pulgar.

-No sabemos cuánto tiempo llevaba ahí o... Quien la dejó ahí.- dijo Xan.

Richard comenzaba a enojarse. No recibía respuestas de nada, aun que, tampoco las había. Esto se estaba convirtiendo en un nuevo capítulo de Law & Order. Lo único que era verdad y que era evidente, es que la niña no se encontraba bien, tenían que hacer algo para que pudiese al menos ver la luz del día.

-Bien, entonces dale de comer algo y llévala con la policía.- Dijo Richard encaminándose a la puerta, el esperaba desafanarse pronto de esta situación.

Antes de que pudiera dar más pasos, Holy, que aún seguía en la puerta, detuvo a Richard.

-No es un perro, Richard. No podemos simplemente darle carne y buscar una perrera.- por el tono en que lo dijo, Holy ya estaba bastante enojada y confundida como para aguantar el comentario de su jefe.

-Bien, entonces, ¿qué propones?- replicó Richard.- ustedes tenían que salir hace 10 minutos, ya adelantamos tres números porque ambas se niegan a moverse.- Los tres recordaron que tenían que trabajar.

-De acuerdo, ustedes dos salgan y yo me quedaré con ella.- dijo Xan, mencionando a la bebé.

-¿Estás seguro?- preguntó Aliss a pesar de que Xan se escuchaba bastante seguro.

-Si, si. Vayan.- dijo Xan.

Las dos chicas asintieron, el jefe dio un profundo y largo suspiro pero, también accedió a la idea.