Giheith y el chico de las estrellas

SAGITTA

P R E F A C I O

Cuenta la leyenda, que cada vez que la Luna y el Sol son capaces de acercarse más de lo normal, toda la fuerza y magnitud que representa el encuentro causa una explosión tan grande que es capaz de crear pequeñas muestras de lo que sería su afecto, de ahí es de donde salen las estrellas. Ellos nunca habían podido estar a menos de 149,982,271 kilómetros de distancia, hasta que un día...sucedió.
Se dice que la explosión fue tan grande que toda una nueva constelación fue creada, solo que estas estrellas que la conformaban no eran como las demás, eran especiales.
La constelación se llama Sagitta, o La flecha en español, y es que a pesar de ser una de las tres constelaciones más pequeñas...había algo que la diferenciaba de las millones constelaciones que existen en la galaxia.
El Sol y la Luna habían notado que en la tierra, toda la humanidad ya carecía de esperanza, todos habían perdido eso que los caracterizaba, lo que los hacía humanos. Tanta había sido su preocupación que esa vez que se lograron acercar más de lo normal, inconscientemente crearon lo que sería, la perfecta solución a ese problema.
Los Sagitta nacieron por y para los humanos, siendo la humanidad literalmente la razón de su existencia.
Este extraordinario grupo estaba conformado por 3 estrellas, siendo Gamma el más brillante entre sus hermanos y aún así, Sham, que era el menos brillante entre los tres, había nacido siendo una estrella tipo Alpha, lo que lo hacía el líder entre sus hermanos y el único que tenía un nombre, Ashlam. Él era la prueba viviente de que no se necesita ser el más brillante para poder destacar, y vaya que que lo hacía, su liderazgo era digno de admirar. Ellos nacieron específicamente para una cosa, llevar esperanza a la tierra con sus flechas, que contenían parte del brillo del mismísimo Sol, flechas que ahora los humanos llaman, estrellas fugaces.
Desde ese preciso momento, todo cambió y hasta la actualidad no ha habido otro momento en el que la tierra estuviera en tal estado una vez más.
¿Sientes que no puedes más? ¿Has perdido la esperanza? Asoma tu cabeza por la ventana, sal a ver el cielo nocturno y te puedo asegurar que verás una estrella fugaz. Si lo haces, no lo dudes ni un segundo y pide ese deseo que guardas en lo más profundo de tu corazón, porque los Sagitta no descansan, y sus flechas son infinitas, siempre a la espera de un alma en busca de consuelo.
Si antes habías escuchado a alguien decir que pidas un deseo al ver una estrella fugaz y no lo hiciste, ya sabes que a la próxima no tienes que dudar.
Porque es real.

Los deseos si se cumplen.

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