Mi regalo especial

Parte 2

Escucho el canto de las hermosas aves despertarlo. Entreabrió los ojos acostumbrándose a la claridad y un bostezo involuntario se escapo de sus labios. La verdad... es que moría de sueño, pero pensar en Sasuke hacia que inmediatamente se levantara y comenzara con su plan.

Fijo su visión en su reloj pulsera. 8:45 de la mañana. Qué esfuerzo sobrehumano estaba logrando hacer... sonrió con gracia ante su pensamiento. Sin hacer el menor ruido, se deslizo hasta el baño. Afortunadamente no tenía que bajar a la sala, Itachi contaba con su propio baño. Cerro al ingresar y vio unas tremendas ojeras... joder... se parecía al mayor en ese estado, depósito sus prendas a un lado y se empeño a mojar su rostro hasta quitar el mínimo rastro de sopor. Tomo una playera naranja que tenia rayas negras a lo largo de la manga y se la puso, se quito los pantalones cortos y los reemplazo por un jean negro con letras pintadas que adornaban debajo de sus rodillas. Revolvió sus cabellos con un poco mas de agua, y como siempre, los rubios mechones se mantenían en picos.

Salió de allí y se sentó a la orilla del colchón para calzar los calcetines y las zapatillas deportivas blancas.

—Es hora...-susurro.

Se puso de pie, tomo su mochila que estaba ubicada en una esquina y guardo la prenda de dormir. Miro al mayor con una sonrisa, agradecido de su hospitalidad y confiarle a su hermano sin una pizca de desconfianza.

—Gracias...

Tomo el pomo y salió de la habitación, cerrándola tal cual estaba.

Camino ágilmente pasando el pasillo, y aunque se tentó en entrar al cuarto de su amor, se contuvo por temor a despertarlo. Bajo las escaleras, y paró en seco.

—Soy un idiota... casi lo olvido-susurro.

Volvió a subir y se detuvo frente a la puerta de la habitación de Sasuke. De su mochila saco un pequeño sobre que deslizo por debajo de la entrada, sonrió ante las ansias de poder abrazarle y decirle cuanto lo añoro estos años. Retomo su retirada, tomo las llaves que estaban en la mesa, abrió despacio y regreso el objeto a su lugar, para después salir.

Su caminata por la vereda en plena mañana, le fue muy gratificante. Aunque debía admitir que todavía estaba muy cansado, pocas horas lo volverían, un zombi. Con la mochila en su espalda comenzó a correr con una gran sonrisa de felicidad en sus labios.

Sasuke...

O0OoooO0O

La molesta luz dio de lleno en su cara, y ese simple acto, causo el fruncir del seño y el malhumor.

—¡Maldita luz!

Corrió la sabana junto al cobertor, y dio un salto al piso para ocultar con las cortinas el molesto brillo. Se dejo caer tras un suspiro, cansado en la cama.

—Esto pasa por dormir tarde...-mascullo.

Saco de sus cajones la ropa que se pondría y se dirigió al baño, para darse una ducha. Solo tardo diez minutos, salió vistiendo un jean azul oscuro y una camiseta manga larga color gris con letras en inglés, negro. Se sentó en la orilla colocándose el calzado, se levanto y cuando estuvo a punto de abrir la puerta, algo capto su atención.

Recogió el sobre del piso algo sorprendido de verlo ahí, y justo frente a la puerta. Su curiosidad dio flote y abrió la carta con impaciencia. Sus ojos visualizaron una letra pulcra y perfecta.

Te espero a las 11:30 en la plaza, mi amado azabache.

Tu fiel admirador, NN.

—¿NN? ¿Admirador? ¿Desde cuándo tengo uno?-cuestiono incrédulo.