8

844 94 36
                                    

-Hoy cumplí una hora más de vuelo-Les conté a Giselle y Valentina metiendo una cucharada de helado a mi boca

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

-Hoy cumplí una hora más de vuelo-Les conté a Giselle y Valentina metiendo una cucharada de helado a mi boca.

Por lo que me habían contado al ponernos al tanto de estos años, sus padres habían sido iguales de protectores que los míos con respecto a las amistades por lo que eran contadas las amigas que tenían aquí. Lo que llevaba a que prácticamente pasáramos todo el día las tres juntas.

-¿No has pensando en buscarte chamba mientras cumples horas?

-Papá no quiere que me distraiga.-Valentina entró a mi guardarropa en busca de algún par de zapatos míos que combinaran con el ajustado y corto vestido negro que se había puesto para asistir a un antro donde la habían invitado sus amigas. Y a pesar de que nos habían insistido a Giselle y a mí, ambas nos negamos por diferentes razones.-Igual creo que voy a comenzar a ayudarle en los proyectos que tiene ahora.

-Es muy arriesgado-Comentó Giselle, justo cuando Valentina salió con un par de zapatillas.

-Ya estoy lista ¿Están seguras que no quieren ir?- Ambas nos paramos y la acompañamos hasta la salida de mi casa.

-Papá viaja a la madrugada hacia Jalisco para un operativo peligroso, quiero estar para despedirme de él.-Ella murmuró un leve lo entiendo y después de un abrazo partió en su coche.-¿Comienza nuestra pijamada?-Giselle chilló emocionada y corrió escaleras arriba, después de cerrar la puerta, la imité.

(...)


Hacía unos minutos mi padre se había marchado, a dos horas exactas antes de que saliera el sol, Giselle y yo comenzábamos a dormirnos cuando el celular de mi amiga comenzó a sonar con insistencia.

Ésta al responder preocupada, demoró unos segundos en hablar, hasta que alejó el aparato y se dirigió hacia mí.

-Al parecer la pendeja de Valentina se embriagó, sus amigos quieren llevarla a sus casa o a las de mis padres.

-Que la traigan para aquí-Dejar a mi amiga borracha en manos de desconocidos no era una opción.

Unos breves minutos después, en los que Giselle se imaginó cualquier disparate sobre cómo o qué estaría sucediendo con su hermana, resonó el portero de la enorme casa. Cuando acabé de ponerme mis pantuflas y bajé corriendo las escaleras, mi amiga ya había abierto la puerta dejando entrar a un hombre con Valentina en brazos.

Quedé estupefacta en los tres últimos escalones de la escalera al reconocer quién era aquel hombre.

-¿Otra vez tu, chingada madre?-Fue lo primero que dije acercándome a él de forma amenazante. Era irónico considerando que a simple vista se podía notar que iba armado.

-¿Gatita?

-Pilar, tu cabrón, no es momento de discusiones. ¿Qué le sucedió a mi hermana?

-Deje que yo le ayudo antes que estos dos se maten-Di un leve salto por el susto cuando el hombre, que recordaba como Wilfredo, entró a la sala y tomó a Valentina en brazos mientras Giselle lo dirigía para dónde llevarla.

Opuestos ||Ovidio Guzmán||Where stories live. Discover now