Te Necesito ✔|| Christopher Velez

25. Vivir En Familia

Mackenzie

—¿Mackenzie?—preguntó sorprendido, ya habíamos hablado hace tiempo, pero no me había visto

—¿Se conocen?—preguntó Ethan, confundido

—Si, soy el padre de Mackenzie—Ethan parecía quedar en shock

—No eres mi padre—murmuré con cierta molestia

—Te cuide por años, no podré ser tu padre biológico, pero soy la persona que te cuido y te dio el cariño que necesitabas.

—Después de que murió mi madre, dejaste de hacerlo, me pagas como si fuera un maldito estorbo. Yo creo que mejor me voy—al darme la vuelta sentí como me tomaron del brazo, pensé que era Ethan, pero era mi "padre"

—¿Podemos hablar en privado?

—No hay nada de que hablar.

—Papá, déjala en paz.

—Solo quiero hablar con ella, maldita sea—suspiré soltandome de su agarre

—Bien, habla, pero que sea rápido—él asintió rápidamente

—Vamos a mi despacho—Ethan me miro y yo solamente le hice una mueca

Seguí a mi "padre" Hasta su despacho, todo se encontraba totalmente organizado, nada que ver con el despacho que tenía antes.

Mire detalladamente, tenía una foto familiar, pero era de su nueva familia, ahora ya no tenía ninguna de nuestra "familia", o al menos de mi madre.

—Buscas alguna foto de tu madre, ¿no?—dijo llamando mi atención, lo mire sintiendo vergüenza

—Si, lo siento.

—Tranquila. Por cierto, me recuerdas a tu madre, igual de curiosa. Y si quieres saber, las fotos de tu madre las tengo guardadas en otro lugar, junto con fotos tuyas. No pienses que nunca te quise, Mack—lo interrumpí

—No lo pienso, lo se. Usted simplemente quería ver a mi madre feliz, por eso tomó el papel del mejor padre, pero en cuento ella se fue, ya no necesitaba tomar ese papel—él negó lentamente

—En cuanto tu madre se fue yo no sabía que hacer contigo, sabía que debía cuidarte, pero no podía. Me recordabas demasiado a tu madre, no sabes lo difícil que fue cuidarte durante años, aun con el dolor en el pecho, se que no fui el mejor padre después de lo que sucedió, se que me necesitabas y yo no hice nada, fui tan egoísta que solamente pensé en mi. Pero estoy arrepentido, quiero volver a ser un padre para ti, pero solamente si tú me lo permites. Podrías venir a vivir aquí, o nos podríamos mudar y serías parte de la familia—dijo con una sonrisa, al parecer pensó que con eso podría convencerme, antes lo habría conseguido, pero ahora no

Negué con una pequeña sonrisa.

—Me hubiera encantado, pero ahora mismo me siento bien viviendo sola, ahora mismo ya no necesito a un padre, he aprendido a vivir sin uno. Además, sería incómodo vivir junto a su familia—él asintió

—Lo entiendo, no pienso obligarte a irte a vivir a un lugar junto a otras personas, pero crees que podríamos volver a ser como padre e hija, ir a cenar de vez en cuado, salir a pasear los fines de semana. Como solíamos hacer, esta vez, solo nosotros—suspiré levemente

No podía negarlo, me cuido y me hizo feliz por años, sería una mal agradecida si me negaba.

—Sería agradable volver a los tiempos de antes, aunque sea sin mi madre—él asintió, ahora su sonrisa era enorme, se acercó a mi y me abrazó

No podía negar que estar entre sus brazos hacían sentirme como la niña pequeña y consentida de papá.

Nos separamos y no dudé en preguntarle por Ethan.

—Así que usted es el padre de Ethan, ¿lo tuvo antes de conocer a mi madre?—pregunté con curiosidad y él soltó una carcajada negando con la cabeza

—Nunca estuve con ninguna otra  mujer antes de conocer a tu madre, Ethan no lleva mi sangre. La única hija que he tenido, ha sido la pequeña que hoy cumple años—asenti sonriendo

Él siempre tuvo la idea de tener un hijo o hija con mi madre, pero no se pudo, pensaban que después de casarse, adoptarían uno, pero eso nunca sucedió. Mi madre murió antes de que ellos dos lograrán casarse. Ahora mismo me siento feliz por él, por fin tuvo a alguien que lleve su sangre.

La puerta del despacho se abrió, ambos nos separamos y miramos a la persona que se encontraba en la puerta. Era la madre de Ethan, Míriam.

—¿Qué sucede?—preguntó

—Cariño, ¿te acuerdas de mi hija? Es ella, Mackenzie—dijo sonriendo

—Oh Dios, se ve como toda una señorita que ni siquiera la recordaba—la mire confundido

—Yo no recuerdo haberla conocido—dije en un murmuro

—La conociste, pero no te acuerdas, desde pequeña siempre fuiste distraída y olvidadiza. Como sabes, antes de irme de la casa, conocí a Míriam, un día cenamos todos juntos, Míriam, Ethan, tú y yo—fruncí el ceño intentando recordar algo, pero mi mente estaba en blanco

—Me hubiera gustado recordarlo, pero no puedo—sonreí nerviosa

—Tranquila, no es nada del otro mundo.

—Por cierto, amor, ya hay que partir el pastel, y no te gustaría perderte la cara de sorpresa de Esthi.—dijo con emoción

¿Esthi? Esa mujer esta loca.

Un poco.

Los tres salimos del despacho y caminamos a la mesa, cerca de la cocina, donde se encontraban todos los niños y Ethan aburrido.

Rápidamente se acercó a mi y me arrastró a un lugar más privado.

—¿Por qué no me dijiste quien era tu padre?

—Hey, no sabía que mi padre era el tuyo—reímos

Sonaba tan extraño decir eso, ahora mismo ambos compartíamos padre, aunque no era el padre biológico de ninguno de los dos.

—¿Solucionaron su problema?

—Claro, me preguntó si quería venir a vivir con ustedes—pareció sorprenderse

—¿Entonces ahora vivirás conmigo? Diablos, seremos como hermanos, eso nunca me lo esperaba—negué

—Le dije que no, estoy cómoda con mi vida y me sería incómodo vivir junto a tu familia, no lo tomes a mal, te adoro pero sería extraño—asintió riendo

—Te creo, yo también me hubiera negado, apuesto a que vives mejor sola.

—Tiene sus puntos positivos y sus puntos negativos.

—Ya lo creo, ven, te llevaré a conocer al pequeño monstruo que tengo como hermana menor—dijo volviendome a arrastrar hasta donde están todos

Los gritos de los niños seguían, sentía que mi cabeza explotaría en cualquier momento.

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