No sé exactamente cuando fue el momento de quiebre, no sé en qué momento dejé de escuchar "Just give me a reason" de P!nk, y dejé de apoyarme en una de las frases de esa canción "We're not broken just bent, we can learn to love again" (no estamos rotos, estamos doblados, podemos aprender a amar de nuevo). No sé en qué momento (y gracias al universo) me di cuenta que estábamos más rotos que un jarrón después de caerse de un sexto piso, que no estábamos doblados, ni torcidos. Simplemente me excusé no solo en palabras, o relaciones más tóxicas comparándolas con la mía, sino también me excusé en canciones que indirectamente me daban paz, pero a la vez me hacían sentir muy mierda conmigo misma. Pero me di cuenta de todo, o mejor dicho, admití que estaba todo mal, desde mi autoestima hasta el creerle que iba a cambiar. Lamentablemente para admitir que todo eso me hacía muy mal, toqué fondo unas 500 veces, mi mejor amiga se cansó de darme consejos y consolarme cada vez que me veía mal por él. Y no la culpo.
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Carta a la mejor amiga
Short StoryCuando estamos encerradas en un círculo vicioso, escuchamos infinitos consejos y no hacemos caso. Todo cansa, pero también todo pasa, todo sana.
