LARVAS BURGURO-PARTE IV

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   Jhon entró al camarote con el pensamiento revuelto, sabrá dios por qué. Dejó en el mesón su abrigo cinturón y se sentó en su silla murmurando cosas quizás sin sentido, no notó que Félore seguía allí a sus espaldas, observándolo en silencio esperando se percatase de su presencia, pero no parecía ser así.

-"entonces me voy" ¿eh? ¿Que clase de capitán de un temido barco pirata se despide así de una prisionera?

-¡¡FÉLORE!! ¡Por los valles de saprán! No me asustes así- exclamó exaltado y casi molesto.

-Ya ya, tranquilo... Ya hasta suenas como un anciano a pesar de ser tan joven.

   Se escuchaba el acero de las armaduras rechinar y un cinturón averiado dejaba caer la vaina de una espada con los grabados del escudo del rey haciendo al encontrarse con la armadura un molesto ruido que marcaba el sediento ritmo de un paso apresurado. Un hombre alto y fornido, con mas cicatrices en su piel que buenas acciones en su vida, se inclinaba ahora ante los pies del rey.

-He venido, su señoría.

-Pero con las manos vacías y esa no es una noticia que me complazca escuchar. Y para agravar la situación, no es ésta la primera vez que se te escapa y ahora me informan que se encuentra en manos de piratas ¡El tesoro del rey a manos de piratas! - Con la frente baja escuchaba en silencio las palabras de su majestad el rey de "Ker" quien paseaba en frustración por toda la estancia.

-Le juro... su alteza, que esto no volverá a ocurrir

-QUERIDO... Cenid, sabes que es esto? ¡¿SABES QUÉ ES ESTO?! - El rey se acerco con una vasija cuyo contenido era inimaginable para Cenid, pero la perversión y el sadismo de la mirada del monarca era tanta que solo un ardiente temor comenzó a nacer en el pobre soldado.- Esto... querido Cenid, son los mejores ejemplares de burguros que podrás encontrar en todo el reino y los escogí especialmente para ti.

   Su reacción inmediata fue ponerse de pié ante tal amenaza, pero el filo de las hachas de los guardias reales lo obligó a incarse de nuevo, desarmado y apretando los puños. El rey sonrió y comenzó a sacar con una tenaza el mas grotesco ejemplar de larvas burguro y comenzó a acercarla a su nariz lenta mente.

-Nunca te haz preguntado por que le llaman "gusanos come hombres" a las larvas burguro? Nono, no pongas esa cara, verás... es algo fascinante- lanzó la larva directo a su rostro y esta no dudó en engancharse a su ojo y los gritos comenzaron a resonar por toda la habitación - Su mandíbula roja es similar al pico de un ave y tan filoso cómo el colmillo de una serpiente, las tres hileras de dientes trabajan tan rápido que desgarraran la piel en cuestión de segundos, la sed de sangre de estas subterráneas criaturas es sorprendente... pero en si estas criaturas por si solas solo son una gigantesca molestia, no se tarda mucho en quitárselas de encima- Dijo mientras veía al soldado arrancarse la criatura de la cuenca donde solía estar el compañero de lo que hace unos minutod era

hermoso par de ojos grises, pero para entonces el contenido de la vasija ya había sido vertido sobre él. -Es una lastima, la raza Sel se caracteriza por esos hermosos ojos grises, pero también posee esa mirada vivaz y altanera que tanto odio. No te preocupes en unos minutos dejaras de gritar y retorcerte, esas larvas tienen en su mandíbula una sustancia que en gran cantidad es capaz de paralizar todo tu cuerpo, pero seguirás sintiendo ese dolor infernal.

   Cenid se retorcía y arrastraba por todo el suelo intentando librarse se las larvas que poco a poco se lo estaban comiendo vivo, el rey camino hacia su trono y se sentó para ver cómodamente el espectáculo, con las piernas cruzadas inclinado a la derecha apoyando su rostro en la palma de su mano mientras con una sonrisa indicaba a los guardias que lo mantuvieran en el centro de la habitación, éstos lo pateaban de vuelta al centro sin compasión alguna pero una de las patadas hizo que un par de larvas pequeñas que estaban en la lucha con sus compañeras por devorar las partes mas blandas y nobles cayeran en la bota de uno de los guardias.

   El guardia horrorizado comenzó a saltar y sacudirse intentando quitársela torpemente haciéndose tropezar y quedando a un lado de Cenid quien en su agonía lo abrazo con sus ultimas fuerzas compartiendo con él la muerte infernal de Burguro. Su majestad el rey de ker mantuvo la vista fija en el espectáculo hasta que ambos se desmayaron del dolor y entonces se puso de pie y antes de subir ordeno a las sirvientas limpiar todo.

-Mandad a llamar a David

-Mandad a llamar a David

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⏰ Last updated: May 24, 2023 ⏰

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La cueva de la calamidadWhere stories live. Discover now