capítulo 4

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-¿Porqué nunca nos dijiste que te casarías?- me preguntó mi abuelita Olga.

-Porque, cuando me lo propuso me dijo: casemonos mañana-Le mentí a  mi abuelita. No se me ocurrió otra cosa.

-Pero tampoco sabíamos que tenías novio-ni yo abuela,  ni yo sabía.

-Salimos durante 6 meses- creo que soy buena en esto- no queríamos que nadie supiera.

-¿Por qué? - ¿porqué tantas preguntas abuela? Y ¿ahora que le digo?

-porque...

-Por mi trabajo-me interrumpió Lucas.-Eli no podría estudiar bien si la prensa se entera de que somos novios. Y ahora si me permiten quiero bailar con mi mujer. -me tomó de la mano y me acerca a la pista de baile.

El lugar donde se desarrolla la fiesta es en un centro de eventos super, pero super elegante. No sé en que momento planearon todo esto y en que momento llamaron a toda esta gente,  pero lo hicieron. Lucas puso sus manos en mi cintura y me acercó a él.

-Creo que no nos hemos presentado como es debido- ¡¿no me digas?!.

-Así es.

-Soy Lucas Rabagliati, tengo 27 años, tengo una empresa muy importante de exportaciones de vino y necesitaba a una esposa para cobrar una herencia.

-Soy Elizabeth Maestroni, tengo 20 años, estudiante de literatura y...eso es todo.

-Lo sé.

-¿Cómo que lo sabes?

-Cuando vi tu foto en la oficina de tu papá,  le hice la propuesta y averigüé todo de ti.

-Ya veo y ¿cómo organizaste todo esto en tan poco tiempo?

-Solo hice unas llamadas y listo...- miró a su alrededor-  Ya es tarde nos debemos ir.

-¿A dónde? -ojalá que no sea lo que estoy pensando.

-¿Qué crees tú? - me miro con cara pícara.

-No lo sé, dime tú.

-Solo sígueme, ¿vale? no te pasará nada malo, confía en mi.

-¿Debería?

-Soy tu esposo,  ¿eso contesta tu pregunta?

-Absolutamente no.- dije en voz baja.

-¿Perdón?- casi le digo te perdono pero mejor me quedo callada.

***

Estabamos afuera de una enorme mansión,  si mi casa era grande, esta es enorme. Entramos y aparece una señora que al parecer era la ama de llaves.

-Buenas noches señor ¿quiere que lleve sus cosas y de la señora a la habitación? - ahora soy señora, que raro suena eso.

-Si, Angela, gracias.

-De acuerdo señor, con permiso.

-¿A dónde dormiré yo?- le pregunté cuando Angela subía por las escaleras.

-En mi habitación.

-y tú, ¿dónde dormirás tu?

- En mi  habitación.

-No pienso compartir nada contigo.

-Es solo para aparentar, descuida no pasará nada- eso espero.

-vale, ah por cierto... es muy linda tu casa-me sonrió.

-Nuestra casa.

***

Estaba en el baño poniéndome el pijama que consistía en un vestido color blanco de seda, que me llegaba a medio muslo. Esto es obra de mi querida amiga Megara... me las va a pagar.  Miré por el orificio de la puerta para ver que hacía,  estaba viendo su celular muy concentrado, traía puesto unos pantalones grises y nada arriba.  ¡POR DIOS, QUE CUERPO MAS MARCADO!, no como yo, soy delgada pero no como para ir enseñando así nada más. Salí del baño muy rapido para que no se me viera nada.

-Menos mal que no somos esposos reales-cerré los ojos- si no ya te haría mi mujer ahora mismo.

-Descuida que no estaban en los planes esto-señalé el pijama- mañana compraré otro.

-No es necesario.

-Creeme si que lo es, buenas noches.-corte rápido la conversación por aquí pasaría otra cosa.

-Buenas noches.

Al día siguiente,  me desperté y vi a mi alrededor nada conocido. Me senté rápidamente.

-¡¿A dónde estoy?!.

-Tranquila- me asusté y vi a Lucas, no era un sueño, pasó realmente, me había casado- ¿estas bien?

-sssi... -levanté la cabeza y lo vi ya bañado y vestido con un traje de color gris- ¿a dónde vas?.  

-Al trabajo.

-Pero es domingo-creo que sonó como si quisiera que se quedara.

-Mi trabajo requiere mucho tiempo y ayer  no trabajé hací que lo hago hoy.

-Ah... vale- volví a acurrucarme en la cama.

-Nos vemos en la noche, si necesitas algo está Angela y si necesitas salir esta el chofer, adiós- Qué cortante

-Vale, adiós.

Matrimonio forzadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora