Bosque viejo (nombre provisional)

Capitulo 11

En plena tarde de lluvias en invierno cuando el sol, que apenas se logra ver por las densas nubes, comienza descender para dar lugar al anochecer. Nadie en su sano juicio saldría a pasear en bicicleta por el resbaladizo fango del bosque, a menos que se encuentre muy desesperado por llegar a alguna parte.

En medio del desolado camino una joven pedaleaba pesadamente, luchando con mantener el equilibrio cada vez que la bicicleta se trababa en el camino. Su pasajero del asiento trasero le animaba a que no se detuviera, mientras que solo a unos metros más atrás, una extraña silueta alargada seguía sus pasos.

-Arriba, no perdamos tiempo- Dijo el chico mientras se ponía de pie a la vez que la bicicleta se trababa en el fango por enésima vez.

-Ni idea de cuánto falta- Respondió la chica resignada a dejar su bicicleta.

-No importa, solo corre-

Continuaron a pie por el largo camino de tierra, la tenue luz del atardecer iluminaba su ruta por medio de la pesada lluvia. Fueron eternos minutos de larga marcha en la que diferentes siluetas se escabullían a su alrededor dejando libre el paso a los muchachos, casi tan asustados como ellos.

Entre tropezones a la distancia divisaron una entrada cercada con un letrero.

-Está cerrado- Dijo el muchacho con la respiración entrecortada al ver el cerco del recinto con candado. 

-Pues claro, si es retarde- Consiente de que la criatura les pisaba los talones comenzó a subir por los troncos del cerco- Pero nos dijo que viniéramos, no? Entonces que nos reciba ahoraaaaaaah!

Una nueva aparición sorprendió a la joven resbalando por los troncos húmedos hasta el suelo.

-Eso es fuego?- Dijo el chico mientras se interponía entre aquello y la chica.

Una pequeña flama de fuegoverdosa flotaba frente a ellos y en vez de desaparecer por la lluvia,comenzaron a aparecer más, una al lado de la otra creando una hilera hacia la derecha. Involuntariamente los chicos observaron el espectáculo siguiendo cada nueva llama que levitaba en el aire dejando a la vista un pequeño sendero que habían pasado por alto. Una vez que las apariciones de nuevas flamas de fuego se detuvieron notaron una luz diferente que llamaba su atención. Era blanca y brillante como una linterna y se acercaba erráticamente.

-Creo que es ella- comento el chico

-Genial, esto no podría ser más raro- 

No perdieron más tiempo y se acercaron lo más rápido que el camino y la lluvia se los permitió. A medida que avanzaban reconocieron a la chica que habían visto en el día, los esperaba a mitad de camino y movía una linterna guiándolos hacia  su destino. Por otro lado las pequeñas bolas de fuego se apagaban a medida que pasaban por su lado, cerrando nuevamente el camino en la oscuridad.

Cuando llegaron hasta la chica esta le indico rápidamente que entraran a una cabaña que los esperaba con la puerta abierta.

-Esa cosa es grande, podría entrar aquí- Dijo el chico una vez adentro, confiando en que sería visto otra vez, y para su sorpresa otra voz masculina le respondió.

-No entrara aquí, no puede-