Capitulo Cinco: ¡Sí, mi general!

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Antes que todos les pido disculpas por demorarme tanto en subir el cap, pero estoy como  carente de inspiracion y bastante ocupada con el colegio( benditas monjitas y sus ganas de examenes) bueno espero que les guste y que COMENTEN y VOTEN para saber si continuo con esta vaina 

MUCHAS GRACIAS, SE LES QUIERE

KARITO;)

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-Nos vamos a Londres-dice y sale velozmente de la habitación sin darme la posibilidad de refutar su orden, esta vez salgo tras  él y como antes le pellizco en el brazo, se gira hacia mi pero esta vez ya no hay disgusto en su rostro…lo único que veo es tristeza.

-¿Qué te sucede?-pregunto preocupada, esa actitud no era usual en él

No responde, ahora sería yo la que se volvería loca por que no me quería hablar

-¡Háblame!-le exijo mirándole a los ojos

-No es nada de lo que debas preocuparte-dice regalándome una desganada sonrisa

-Eres peor que yo-digo y le hago reír, por fin yo hacía algo bueno  lo cual me hizo sentirme feliz por mas que Dimitri fuese un desgraciado de vez en cuando el tenia sus sentimientos como un ser humano común y es fue por mi profunda reflexión que decidí regalarle un abrazo de consolación o algo parecido.

-¿Porqué me abrazas?-pregunta algo desconcertado debido a mi actitud

-Supongo que es por que eres o más cercano que tengo en el momento-apoyo mi cabeza en su pecho- y no deseo abrazar a una almohada ahora

Me acaricia la cabeza con cariño y me deja ir, entra a una habitación y me recuerda que debo empacar rápido para poder llegar a tiempo al aeropuerto, y es ahí cuando me doy cuenta de que lo débil que soy y que era un deber indiscutible perdonarle, así que salgo corriendo a la habitación donde el se encontraba y le encontré contemplando una foto con detenimiento, se percató de mi presencia y con una velocidad increíble puso la foto donde yo no pudiese verla.

-¿Qué sucede Elle?-pregunta

-Te perdonaré- se le iluminaron los ojos- sólo si de ahora en adelante me cuentas todo ¿Entendido?

Y fue así como nuestro viaje empezó, ya teníamos claras las reglas del juego lo único que faltaba era llegar a la primera base.

Me senté en el asiento del avión y miré encantada a través de la ventana, podía contemplar un bellísimo atardecer desde ahí y era el escenario perfecto para empezar a comerme mi deliciosa barra de Snickers que Dimitri me había comparado antes de entrar, mientras yo estaba inmersa en mi mundo Dimitri peleaba con el guarda equipajes del avión, y parecía que el compartimiento le estaba ganando, después de algunos minutos de mucha acción Dimitri logró guardar la bolsa.

Se tumbó en el asiento y dejó salir un suspiro de satisfacción, me giré para verle la expresión y cual niño de 5 años sonreía por su gran hazaña, giró su cuerpo hacia mi y me pilló viéndole.

-¿Tengo algo en el rostro?-pregunta, sonríe, todo lo hace con la intención de avergonzarme para poder burlarse de mi

-Pues si-digo y le miro algo con una diversión inexplicable

-¿Si?¿Que tengo entonces?-dice y se acerca cada vez mas a mi rostro, el corazón se me acelera continuo viendo a Ludwig en el, mi cerebro deja de pensar por unos segundos y quedo en medio del valle de los recuerdos o pedazos de recuerdos de Ludwig, su rostro, sonrisa, simpatía y comprensión eran incomparables.

El SecuestroWhere stories live. Discover now