Después de haber salvado el mundo de un futuro terrible, Gia regresa junto a Trunks solo para guiar a sus dos contrapartes a una vida que ellos nunca tuvieron. Pero despues de todo, ¿será que sus destinos están cruzados? ¿Cómo será el futuro de la...
Por si no vieron el genial opening que les hice aquí lo pongo nuevamente ♥ gozenlo.
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12| Amigos.
Año 784 Capital del Oeste, Preparatoria Estrella del Oeste.
—¿Entonces no te hizo nada?
El cuestionamiento de Kota hizo que rodara los ojos, era la tercera vez que me lo preguntaba en la conversación. Estábamos los tres solos en el aula correspondiente a música.
—No, Kota, por última vez, Trunks no me haría daño —defendí, un tanto fastidiada cuando tocó el tema.
No había esperado que alguien escuchara mi pelea con el chico de cabello lavanda en las canchas de futbol. Y mucho menos esperaba que fueran Hide y Kota.
—¿Entonces no tienes nada que ver con él? —esta vez preguntó el pelirrojo, mientras recostaba su barbilla entre sus brazos sobre la tapa superior del piano.
—No —negué rotundamente—. Es hijo de la mejor amiga de mi padre, y es el mejor amigo de mi hermano. Jugábamos juntos cuando éramos niños, pero nada más. No tengo nada que ver con él más que eso.
Ambos chicos se miraron entre sí. Fue una suerte que solo vieran nuestra discusión y no que la escucharan.
—Bueno, siendo así —Hide se sentó a mi lado en el banquillo, Kota sonrió—. Permíteme demostrarte mi talento —sus labios se curvearon hacia arriba y colocó sus dedos sobre las teclas del gran instrumento.
Aquella relajante melodía me hizo sentir una profunda tristeza y un gran amor al mismo tiempo. Observé detenidamente al pelirrojo, sus facciones concentradas, su mirada perdida entre el sonido y sus manos moviéndose ligeramente me hicieron sonreír de lado.
Miré a su amigo quien mantenía los ojos cerrados meneando suavemente la cabeza.
Una vez terminada la última nota, observó hacia el frente, bajó la mirada, me preocupé y él recordó algo. Giró hacia mí con una enorme sonrisa que le provocaba cerrar los ojos.
—Vaya, ahora te dio fuerte —señaló el castaño, alcé la mirada hacia él, confusa por sus palabras.
Dirigí mi mirada hacia el chico sentado junto a mí. Su sonrojo me hizo dar cuenta de algo, era justo como mi hermano mayor se sonrojaba cuando hablaba de Videl.
—H-Hide, ¿estás enamorado? —pregunté, asombrada.
Rápidamente se alzó hacia mí con ambas manos en mi boca. Abrí los ojos lo más que pude.
—¡Shh! ¡No lo digas en voz alta! —sentenció, Kota rio abiertamente
Asentí, me regalo una media sonrisa y quitó sus manos.
