- ̗̀ DOS ̖́-

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—Valió la pena —exhalé feliz cuando vi cómo quedó todo.

A pesar de que dije que solo quería llegar a dormir de lo agotada que estaba, decidí ser proactiva y me puse a arreglar todo.

Mmm, ¿todo?

Vale... al menos, la habitación donde dormiría. Me la pasé rodando muebles, doblando sábanas, sacando ropa... en fin, buscando la manera de que mi nuevo «hogar» fuera lo más parecido a la comodidad a la que estaba acostumbrada.

Mi nuevo apartamento no era el más lujoso, pero me pareció decente y tenía buena distribución. Tenía una pequeña salita con un sillón individual reclinable color vino y una mesita de cristal al frente. Había un pequeño televisor, de esos que son grandes por la parte de atrás. De seguro no tenía más de 10 canales. La salita y la cocina estaban prácticamente fusionadas y esta última no era más que un fregadero con un solo grifo, un estante para poner platos y ollas, una nevera pequeña, y una cocinita de un horno y dos estufas.

Mi dormitorio también se veía bien. Tenía una cama individual en la esquina del cuarto, y justo al lado tenía unas ventanas corredizas que me gustaron muchísimo porque tenían una bonita vista hacia al patio de la residencia y a la calle. No tenía un armario enorme como en mi casa. En su lugar eran cajones debajo mi cama que al principio me resultaron extraños, pero luego me di cuenta de que era algo mucho más accesible. Eso, más una cómoda mediana de tres gabinetes al lado de la cama, bastaba para toda la ropa que había traído.

El baño quedaba dentro del dormitorio, y estuve más que agradecida que aparte de regadera, tuviera una tina. Eso me sería bastante útil cuando llegara exhausta del trabajo.

Todo estaba pintado de un beige muy claro y medio desgastado. Nadie se había hospedado allí hacía tiempo, lo noté al tener que limpiar la capa de polvo que estaba sobre casi toda superficie. Igual, ya tendría tiempo de cambiar la paleta de colores.

Si es que tienes fuerza de voluntad para no posponerlo, claro.

Y, pues, el lugar era algo minimalista, pero... era más que suficiente para alguien que viviría sola.

Escuché el maullido de Plagg.

No lo olvides, sola y con un gato.

Cierto.

Y hablando de él, yo de verdad creí que al dejarlo salir de la jaula, lo primero que haría sería ir y explorar su nuevo territorio como cualquier minino curioso. Pero no. Resultó que Plagg olió el sitio por dos minutos, luego supo que existía una cama, saltó hacia ella, se hizo bolita y durmió mientras yo hacía todo el trabajo sucio. Qué vida tan dura la suya.

Está haciendo lo que mejor sabe hacer. Déjalo.

—Eres más flojo de lo que creí... —le dije, molestándolo con el plumero. Ni se inmutó. Rodé mis ojos—. Muévete, hazme espacio.

Me acosté, ahora sí lista para dormir un rato ya que todo estaba limpio... y fue cuando mi teléfono comenzó a sonar. Cerré los ojos. Qué lata. No iba a contestar, estaba muerta de cansancio.

El dichoso aparato siguió sonando como si estuviera poseído.

No, por supuesto que todavía NO iba a descansar. Maldita mala suerte.

No obstante, me alegré cuando vi de quién se trataba.

—¿Estoy hablando con Beyoncé Césarie? —dije al descolgar.

—La única e inigualable, querida... —dijo coqueta y nos reímos—. Mira, tú, ser frío y sin sentimientos, eres una completa desconsiderada.

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⏰ Last updated: Jun 05, 2022 ⏰

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CON UN POCO DE SUERTE [Fanfic AU]Where stories live. Discover now