Querido Tom:
Te grité.
Y por primera vez en semanas, me sentí aliviada.
Porque siempre pensé que el error era yo.
Pero en realidad, eras tu.
Querido Tom:
Te grité.
Y por primera vez en semanas, me sentí aliviada.
Porque siempre pensé que el error era yo.
Pero en realidad, eras tu.