Era una fría tarde de otoño y yo me encontraba en el balcón de mi casa. La cola de mi bata rosa felpuda caía ligeramente por entre las rendijas de la barandilla y mis ojos se perdían en el horizonte en ese frondoso bosque que se veía a lo lejos...bosque que se veía marrón...marrón...como los ojos de Benito, de mi bad bunny. Basta. Mi mente siempre encontraba la forma de terminar pensando en él a pesar de todo el daño que me hizo, aunque ¿Fue todo daño?
Mis manos se posaron en mi abdomen casi como un instinto y sentí una suave patada golpearme desde adentro. Ahí estaba. Todavía no se lo contaba a nadie de mi familia ni siquiera a Benito. El hecho de que aquí, en mi vientre, llevaba algo que había sido producto de un error pero que nos iba a unir a él y a mi por el resto de nuestras vidas.
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Ya no soy tuya
Romance¿Un amor fugaz o simplemente un error? Ella debió darse cuenta que todo sería una mala idea, despues de todo su nombre es BAD bunny.