Capítulo 1

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Christina es una estudiante que cambia de país por el trabajo de sus padres, ella es una chica alegre y consentida ya que tiene todos los caprichos que se le antojan puesto que es hija única sus padres lo hacen para complacerla. Christina tiene el pelo largo, ondulado y castaño bastante oscuro. Tiene ojos color café claros muy grandes, es alta y delgada.

Christina llegó a su nueva ciudad, no sabía situarse, estaba triste por que había perdido a todos sus amigos cercanos y para colmo estaba cabreada con sus padres. Sus padres Emily y Tom eran personas muy estrictas y se habían percatado hace tiempo que su hija no presentaba un buen comportamiento ni rendía en clases y decidieron internarla en una residencia escolar, un instituto, un internado privado para la corrección de sus actos y la mejora de sus estudios.

El día 7 de junio, Christina ingresó a Rosewood. Allí conoció primero al director Michael, mantuvieron una conversación para asignarle habitación, compañeras, clases, entregarle horarios... Christina el primer día no acudió a ninguna clase y se dedicó a ordenar sus cosas en la habitación (esta hasta de 4 personas). Terminaron las clases y se abrió la puerta de la habitación, Christina se encontraba recostada en la cama escuchando música, de repente apareció un grupo de 4 chicas que llamaban mucho la atención. Una se acercó y se paró frente a ella. Christina se incorporó y se puso de pie frente a ella. Isabel, ella fue la primera en presentarse.

Isabel:

-Hola, soy Isabel, supongo que eres mi nueva compañera de habitación.

Christina:

-Sí, encantada soy Christina.

Se dan dos besos e Isabel añade algo para entablar conversación.

Isabel:

- Christina, te presento a mis amigas, sus nombres son Leire, Agustina y Alexa.

Podría decirse que el grupo de chicas parecía sacado de una película o de alguna revista de adolescentes. Eran niñas muy guapas, con grandes ojos y que cada una destacaba por algo en concreto. Leire era la más bajita, tenía el pelo castaño, era delgada sus ojos era de color azul claro. Agustina tenía el pelo castaño muy claro casi rubio podría decirse y sus ojos eran completamente azules. Alexa también era delgada tenía el pelo corto y negro con un flequillo que cubría por completo su frente y de ojos marrones oscuros. Isabel sin duda alguna era la más alta del grupo, tenía el pelo muy largo el cual le llegaba hasta la cintura, era negro y ondulado con flequillo. Pero lo que más le impactó fueron sus tatuajes.

Isabel:

-oye, Christina ¿te vienes a comer algo con nosotras y hablamos lo de esta tarde?

Christina:

Bueno voy, pero... ¿qué pasa esta tarde?

Isabel:

-Te contaremos en la comida, corre date prisa que no llegamos.

Llegaron al comedor y nada de aquello fue como esperaba Christina, era un lugar bonito, agradable y acogedor, con sillas forradas con telas, la comida se veía de mucha calidad y tenía ventanales grandes por los cuales se veía un amplio campo verde. Llegaron a la mesa y se sentaron para coger sitio, Isabel y Christina se levantaron a buscar bebidas para todas, mientras las demás se dedicaban seguramente a hablar de ella. Cuando terminaron de comer, se dedicaron a hacer cosas y las chicas la llevaron al bosque porque querían enseñarle algo. Caminaron como unos 15 minutos aproximadamente, hasta que llegaron a una gran casa de madera. Isabel le dio la explicación de lo que pasaría allí en cuestión de horas y que necesitaban ayuda.

Isabel:

-Vamos a hacer una fiesta este fin de semana y tenemos que limpiar todo y traer muchas cosas.

Christina:

-¿Cómo es que podéis entrar aquí?

Isabel:

-Esta casa la compraron mis padres y solo la usa mi hermana para hacer fiestas y ensayar con su grupo.

Christina:

-Ah guay, pero...¿tenéis permiso?

Isabel:

-Los fin de semanas dejan salir a la mayoría de las chicas, a nosotras no tanto porque somos las que menos tiempo llevamos aquí y las que siempre están castigadas.

Christina:

-Creo que nos vamos a llevar muy bien. ¿Habrá comida?, pues es lo más importante.

Isabel:

-Sí, obvio. La traerá mi novio con sus amigos y también la mayoría de las bebidas.

Christina:

-¿Chicos? No pueden entrar 

Isabel:

-Básicamente no entrar tía, estamos en mitad de la nada. Además los profesores no saben de la existencia de esta cabaña.

Christina:

-Entonces todo correcto. 

Isabel: Te presentaremos a mucha gente y vendrán muchos chicos.

Christina:

-La verdad no tengo mucho interés en chicos, solo quiero nuevos amigos ya que no conozco a nadie.

Isabel:

-Pues ya está, me tienes a mí.

Se quedaron toda la tarde vaciando la casa de cosas inútiles, haciendo espacio para la comida y bebidas, despejaron el salón para usarlo como pista de baile, limpiaron platos, vasos, armarios, etc Estuvieron varios días yendo todas y cada una de las tardes a limpiar, para que el sitio quedara impecable. 


Internado AdolescenteWhere stories live. Discover now