Hotachi: The Children of the Stars are Demons [PARTE 1: SÁTIRA A UNA LEYENDA]

6.1

"Cuando un Hombre deja de seguir sus creencias para seguir las ideas de otros, deja de ser hombre.

En ese momento, pasa a ser un simple Subordinado"

-Anónimo.

星の子供達が悪魔です ~The Children of the Stars are Demons~ [HOTACHI]

Capítulo 6.1: Over "Quartzer"*

(Narración Omnisciente)

(*Nota del Autor: El título es una referencia a la canción del dúo de Shuta Shueyoshi e ISSA)

En el momento en el que los niños se descuidaron, Zukaru salió corriendo de la escena despavorido hasta llegar a otro callejón. Sin embargo, ya nada tenía que ver el conflicto de los pequeños con Inune, al contrario; el joven de cabello Rojo estaba huyendo de una presencia mágica.

-Maldición... Hah... –Jadeaba el Bijuujin aferrándose a un muro, mientras sentía como lágrimas se derramaban sobre su mejilla –Qué... ¿Qué es esto? Estoy... Temblando... Esto es mucho... Es muy diferente... Esa Aura es muy densa... ¡Blergh...!

El chico se repugnó e intentó vomitar, sin embargo, se contuvo y literalmente volvió a tragarse el vómito. Con los ojos cerrados y su respiración agitada, apagó sus Aspectos Mágicos, es decir, le ocultó su Aura a la Red de Maná.

Mientras eso ocurría: Shiro y Reiko daban una vuelta por una calle aledaña, siguiendo el rastro del Conjuro de Contrato de Zukaru. Shiro, quien portaba el Radar Aural de Reiko, notaba como la señal se hacía cada vez más tenue.

-Oye –Dijo Reiko, sin apartar la mirada de la vía –Deberías quitar el "Modo Intimidante"

-¿Por? –Alzaba los ojos Shiro hacia el rostro de la Loba.

-Porque, ¿Tu Aura quizás le ahuyente? Tengo suerte de que ya me acostumbré a tu presencia, pero te aseguro que el chico debe estar revolcándose en el piso justo ahora.

-¿Crees tú?

-Obviamente. Estamos tratando con un humano común que jamás ha estado en presencia de tí, no con un Horror o algo peor. No creo necesario que densifiques tu Aura en estos momentos.

-Pues... Será –Respondía Shiro, cerrando los ojos para hacer lo que decía su compañera.

-Gracias –Estacionaba Reiko la motocicleta en una acera cerca de aquella acera en donde Zukaru estaba con los niños, la cual ahora se hallaba desolada.

-¿Por qué te detienes?

-Un momento –Reiko había retirado su casco de motociclismo y había desvelado sus Orejas de Bijuujin.

Con su audición mejorada, Reiko pudo escuchar los sollozos de Zukaru a al menos a 1km de distancia, y de alguna forma, supo que se trataba de él.

Ella indicó a Shiro con su mano que se quedase en la motocicleta y comenzó a caminar siguiendo el sonido, y en el camino encontró una Barra de Chocolate tirada en la calle la cual intuyó acertadamente que le pertenecía, así que supo que iba en buen camino.

-Ahí está... –Dijo en voz baja para sí, viendo como en un callejón que servía de entrada a una especie de Urbanización yacía tirado en el suelo el Bijuujin Pelirrojo.