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DE LOS BIJUUJIN (II):

Contraria a la suposición que algunos se habrán hecho, el racismo hacia los Bijuujin nunca existió. El ser humano comenzó a creer en el Karma, y pensaban que si se les discriminaba o asesinaba a estos seres, Dios les castigaría de una manera peor a como se les castigó al asesinar animales por diversión.

De hecho, los hombres preferían aplicar el racismo en contra de las personas de color que en contra de los Bijuujin. Si bien no eran considerados "dioses", "elegidos" o cualquier otro calificativo que los posicionara en una escala social superior a un no-Bijuujin, preferían respetarlos en lugar de discriminarlos por el temor a Dios. No obstante, como es típico del hombre, algunos sí que odiaban a los Bijuujin, y les hacían la vida imposible.

Es de recalcar también que algunas figuras influyentes eran Bijuujin que preferían jamás revelar sus rasgos animales. Por ejemplo: Albert Einstein, científico quien propuso la Teoría de la Relatividad, ocultaba dentro de sí las Orejas y la Cola de un Lobo. Se piensa que a esto se le atribuye su ingenio.



星の子供達が悪魔です ~The Children of the Stars are Demons~ [HOTACHI]

Capítulo 2: Sátira a la confianza (信頼の風刺).



En algún sitio de la Ciudad de Cloud, dos entes vigilantes se posaban bajo la luna acompañadas por la melodía de una Canción Pop que emanaba de un reproductor estéreo.

-Taratatatta~ Narananananana~ –Tarareaba una de ellas, de contextura delgada y estatura media, con unos brillosos ojos de color Rosa y una cabellera Plateada que hacía alusión también a esas Orejas y Cola de lobo que poseía. La chica en cuestión, mientras tarareaba, observaba con recelo su computadora portátil cuyo contenido que mantenía tan concentrada a la joven hasta el día de hoy es un misterio.

-Reiko –Le llamó una segunda, de piel pálida y ojos Rojizos como la sangre, portadora de una larga cabellera de color Blanco y vestimenta que combinaba lo tradicional con lo moderno; podría interpretarlo como una visión modernizada de un Kimono de Geiko de colores Negro predominantemente y Blanco en los extremos, quien era acompañado por unos Leggins de color morado y unos botines de cuero. La contextura de esta le hacía parecer una niña de unos catorce años, aunque la realidad era muy diferente.

-Momento –Le respondió la Loba, haciendo una interrupción mientras enseñaba su dedo índice –Ya me conecté, pero mientras estaba revisando esto que...

-Por un momento, concéntrate en el trabajo y después haces lo demás –Le respondía la albina, mostrándose firme.

Reiko suspiró y minimizó la pestaña, abriendo un programa que podía ser una especie de Skype personalizado –Mira, aquí está. Al parecer encontró al sujeto.

-Excelente –Se inclinó para ver mejor la pantalla de la portátil –Shiro aquí. ¿Le has sacado información?

Ambas miraban como desde la pantalla, una tercera compañera les transmitía desde su punto de vista como perseguía a un hombre de traje, quien corría despavorido en comparación con el paso calmado de su aliada, el cual sin embargo era lo suficientemente ágil para alcanzar al hombre sin hacer mucho esfuerzo. Cualquiera pensaría que el sujeto era lento, y es que sí, a simple vista se veía que el hombre corría con dificultad, ¿Su forma física no era óptima, quizás?

Hotachi: The Children of the Stars are Demons [PARTE 1: SÁTIRA A UNA LEYENDA]Where stories live. Discover now