Frases de Paulo Coelho

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Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar.

Sólo el amor nos permite escapar y transformar la esclavitud en libertad.

Escoger un camino significa abandonar otros. Si pretendes recorrer todos los caminos posibles acabarás no corriendo ninguno.

Deja de pensar en la vida y resuélvete a vivirla.

Afronta tu camino con coraje, no tengas miedo de las críticas de los demás. Y, sobre todo, no te dejes paralizar por tus propias críticas.

Cada persona, en su existencia, puede tener dos actitudes: construir o plantar. Los constructores un día terminan aquéllo que estaban haciendo y entonces les invade el tedio. Los que plantan a veces sufren con las tempestades y las estaciones, pero el jardín jamás para de crecer.

El miedo a sufrir es peor que el propio sufrimiento.

Dios creó el desierto para que el hombre pudiera sonreir al ver las palmeras.

Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquéllo que desea.

Cuando atrasamos la cosecha, los frutos se pudren, pero cuando atrasamos los problemas, no paran de crecer.

En vez de maldecir el lugar en el que caíste, deberías buscar aquello que te hizo resbalar.

El Señor sólo exige de las personas aquéllo que está dentro de las posibilidades de cada uno.

El Universo siempre conspira a favor de los soñadores.

Esperar duele. Olvidar duele. Pero el peor de los sufrimientos es no saber qué decisión tomar.

Las cuerdas que están siempre tensas terminan desafinando.

De nada sirve comprender el universo entero cuando se está solo.

No existe amor en paz. Siempre viene acompañado de agonías, éxtasis, alegrías intensas y tristezas profundas.

No tenía miedo a las dificultades: lo que la asustaba era la obligación de tener que escoger un camino. Escoger un camino significaba abandonar otros.

Un guerrero de la luz comparte con los otros lo que sabe del camino. Quien ayuda, siempre es ayudado, y tiene que enseñar lo que aprendió.
Por eso, él se sienta alrededor de la hoguera y cuenta cómo le fue en su día de lucha.
Un amigo le susurra: ¿Por qué revelas tan abiertamente tu estrategia? ¿No ves que actuando así corres el riesgo de tener que compartir tus conquistas con los otros?
El guerrero se limita a sonreír, sin responder.
Sabe que si llegara al final de la jornada a un paraíso vacío, su lucha no habría valido la pena.

Paulo Coelho

Poemas Históricos (TERMINADO) ✔Where stories live. Discover now