Siglo imaginario XV, Inglaterra.
El encuentro entre un monagillo inglés y un soldado escocés, era ineludible. No había Dios que pudiese parar la guerra que azotaba Inglaterra.
Pero ese camino que con sangre se constuyó, iba a dar paso a algo nuevo. Se arrancaría de la paz su hipocrecía y de la guerra su dolor.
"
—Señor Gerhard ¿Qué cree usted de esta situación?
Brian era muy joven para tener una opinión propia, incluso si era una guerra no sabía cuál era la magnitud de sus consecuencias. Dentro de las paredes de la abadía, nada de eso se había tocado jamás.
—Ya se veía venir. No es algo que sucedió sin un buen argumento.
La voz del anciano estaba más apagada que de costumbre. Sus arrugas parecían hacerse más profundas y sus gruesas cejas blancas se movían parsimoniosamente con el resto del rostro. Los ojos de color gris del anciano, miraban hacia un futuro próximo.
—Por eso Brian, escucha bien mis palabras. No estamos en el camino de Dios para polarizarnos por ningún bando. Ni Inglaterra es nuestro Dios, ni lo es Escocia. Nuestro Dios se encuentra en cada parte de la humanidad que comprende esta tierra. Nuestra misión se encuentra en las personas.
"
©Misdaad Straf 2014
Todos los derechos reservados.
Está prohibida la reproducción parcial o total, alguna adaptación de esta obra sin el permiso de la autora.
Todos los eventos históricos relatados, como los nombres de los personajes y de ciertos lugares, son producto de la ficción, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
