Al otro día, Nahuel se despierta y ve que Luciano no se encontraba en su cama, y que Emma y su hijo Cristian estaban dormidos en la silla, es ahí en ese momento que Nahuel escucha un ruido de pelota, así que sale rápidamente hacia fuera y ve a Luciano jugando al basquet, impresionado y con lagrimas en los ojos llama a Emma y a Cristian que se encontraban durmiendo junto a la cama de Luciano, se despiertan y van rápidamente a fuera, quedaron totalmente impactados al igual que Nahuel, lo veían a Luciano jugando al basquet con una energía impresionante, su color pálido había desaparecido, parecía que estuvo engordando como si nunca hubiese estado enfermo. Los tres corrieron hacia el y le dieron un fuerte abrazo, en ese momento le preguntan a Luciano como se sentía, como era que podía volver a jugar al basquet después de las condiciones terrible en las que se encontraba y como era que se había recuperado, Luciano les dice: -Me desperté como un día normal, con un dolor en la panza del hambre que tenia, así que me dirigí hacia la heladera y comí todo lo que había, me asome por la venta y vi la pelota de basquet tirada en la cancha, así que fui y comencé a jugar, porque ya no aguantaba las ganas de sentir esa pasión que nacía en mi, al picar la pelota, eso fue lo que sucedió.
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Lago Nahuel Huapi
Short StoryUna historia sobrepasando lo imposible llegando a la mismísima felicidad.