De lo que no existe nací, sin saber que mi llanto de bebé se convertiría en un aullido aterrador, concilie mi sueño entre arrullos de cuna sin saber que después mi miedo más grande vendría de mirar una hermosa Luna, mis manos que algún día acariciar...
"El momento más bello de mi vida fue cuando mire tus ojos por primera vez"
- Mamá.
Él mira compasivamente mi cuerpo marcado por el tiempo, no sabe que alguien más es culpable de que yo este por decirle adiós, pienso esto mientras con las pocas fuerzas que me quedan acaricio su rostro por última vez.
-Mamá, ¿Mamá?,¡Mamá!-
-¡No! Madre no me dejes, ¡Mamá te necesito!, se fuerte te lo pido no te vayas-
Logro sentir sus besos en mis manos envueltas con las suyas, húmedas, cubiertas por sus lágrimas, antes de que el calor en mi cuerpo se extinga, mis venas se congelan y con ellas mis huesos, poco a poco me voy, dejo de estar, dejo de ser.
Con mi última exhalación se entrega una maldición; ahora estará sintiendo una incandescente agonía que comienza por el pecho y recorre cada vena engrosando cada arteria, mutando la sangre débil en una sangre que transforma cada músculo y endurece la piel, cambiara, será más fuerte, por fuera mientras la maldición no active el interior parecerá normal.
-Tú madre se encuentra en paz, si es que es posible encontrar paz en la oscuridad-
-Tienes cosas importantes que hacer muchacho, así que levántate y sepultaremos a tu madre-
Un grito agudo y punzante inundo la habitación.
-¡Ahhhhhhhh!-
Callo al piso mientras aquel dolor lo doblo casi partiendo en dos el cuerpo del muchacho.
-Cierto la maldición, bueno tendrá que esperar el cuerpo de tu madre, cuando termine, baja con ella, mientras yo cabaré-
¡Sí! mi cuerpo será enterrado en el patio trasero de la casa, las personas como yo no entran a iglesias, no reciben oraciones, no hay sermones ni servicios.
-¿Pero que di a blos, pero que diablos me pasa?-
-Mi rostro, mis manos, ¿soy yo?-
-Madre ¿Qué es esto?-
Entra la pequeña Aleyra y con los encajes de su vestido seca el sudor de su hermano que aun esta en el piso.
-Mamá dijo que te diera esto cuando dejaras de gritar Aron-
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-¿Qué?-
-Que mamá dijo...-
-Sí sí esta bien- interrumpió Aron
-¿Un sobre?-
Entonces Aleyra girando la mirada hacia la cama dijo:
-¿Es mamá? ¿Puedo verla? ¿Quiero despedirme?-
Apenas recuperando el aliento Aron contesto:
-Ella ya no esta Aleyra-
La tomo de sus pequeños hombros y la saco de la habitación, y antes de cerrar la puerta de nuevo, le dijo:
-Debes de estar lista con las flores, ¡Recuerdalo! Soló Napelos-
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De nuevo dentro de la habitación aún con su madre ahí abrió el sobre tronando el sello y leyó...
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Mi pequeño Aron
Debes de tener mil preguntas pero desgraciadamente no puedo estar para responderlas, lamento que tengas que saber por este medio la terrible verdad de lo que somos y de lo que eres ahora, mi muerte más que tristeza te traerá un renacimiento que muchos años me atormentó, debes saber que hice cuanto tuve en mis manos para vencer, sin tener éxito. Bajo el librero hallarás lo poco que pude investigar, espero me sepas Perdonar por no haberte preparado para lo que viene, pero de verdad estaba segura de que conseguiría evitarte esta agonía, Cuida de Aleyra ella necesitara tu apoyo y protección desde ahora, ten paciencia con tu padre él es difícil cuando se trata de esto, Temperios no debe saber de Aleyra jamás o ella estará en peligro, no dejes que sequen los Napelos, asegúrate de que en mi tumba siempre estén. Encuentrate a ti mismo por encima de tu propio instinto, no confíes a ninguna persona nuestra situación.No seas Impulsivo. Los amo.
