MITAD HADA MITAD VAMPIRESA |Segunda temporada| "DO NOT GET CLOSE TO REVENGE".

┃Do not get close to revenge┃Segundo capítulo

—Melanie, ¿seguirás dando vueltas por doquier? Vas a marearte y vomitarás todo —regañó Eva, ya frustrada a esas alturas.

Lo que dijo Eva pareció no importarle demasiado a Melanie, ella continuó dando vueltas, ebria y mientras soltaba carcajadas sin sentido. Se detuvo cuando sintió las repentinas ganas de expulsar, y vomitó al lado de Andyno, pero sin mancharlo. En una planta que quedó tapada por repleto vómito.

—Ush, ¡Melanie! ¡Te lo dije ya basta! —volvió a regañar Eva más enojada que antes.

Acto seguido, Andyno jaló el brazo de Melanie para que se sentara al lado de Eva. Es decir, entre medio de ambos: Eva y Andyno, para que Melanie ya no pudiera levantarse. Para cuidarla entre ambos.

—¿Qué haremos? —preguntó Eva preocupada.

—Debemos caminar —acotó el único varón acompañado de un suspiro—. Hay un pequeño pueblo a cinco kilómetros de aquí. Si caminamos sin detenernos podremos llegar y pedir por lo menos agua. Encontrar algún auto, o algo.

—¿Crees que llegaremos al pueblo sin comida ni agua? —Eva frunció su ceño.

Andyno se quedó pensando por un momento. Habían tomado alcohol y no tenían ni agua ni comida. ¿Qué harían?. Sin agua no lograrían caminar ni un kilómetro.

—¿Hay encendedores? —preguntó Andyno clavando la mirada en Eva.

Inmediatamente la adolescente sacó un encendedor de su bolsillo izquierdo, acompañado de algunos cigarros que se encontraban sueltos.

—¿Tú fumas? —preguntó preocupado, mientras agarraba el encendedor y todos los cigarros de Eva, para luego revolearlos lejos de donde ellos se encontraban.

—¿¡Qué haces!? —se exaltó Eva ante la acción del mayor.

—No permitiré que fumes —continuó sin preocupación mientras miraba al bosque—. ¿Hay algún jarrón, algún recipiente que se pueda calentar?.

—Creo que yo tengo en el auto una olla vieja que me quedó de un viaje. ¿Qué quieres hacer?.

—Eva, si no tenemos agua no llegaremos a caminar nada. Solo conseguiremos morirnos de sed. Iré al bosque y buscaré agua de algún lado, estoy seguro de que algún manantial debe haber en este bosque con lo grande que es. Tendremos que hervirla, no podremos consumirla de manera natural —explicó.

—Iré contigo —Eva se puso de pié lista para empezar a caminar hacia el bosque.

—No —detuvo— tú te quedarás aquí con Melanie. Deberás cuidarla en el estado en el que está —miró a su amiga, que aún se encontraba sentada y ebria, con sus párpados rojos por efecto del alcohol y entre abiertos por el sueño.

—Pero... Andy —se quejó mientras marcaba pucheros.

Andyno sintió una sensación extraña en su pecho al ver la mirada tan tierna de su amiga. Con sus ojos brillantes y sus pucheros provenientes de esos labios carnosos y rosados. Nunca antes había sentido algo igual.

—No podremos llevar a Melanie, porque iremos más lento. Y debo ir a paso rápido, tengo que encontrar agua. No puedo adentrarme tanto en el bosque —se levantó del suelo y agachó su cabeza mientras agarraba la mochila, todo esto para que su sonrojo pareciera desapercibido.

—Encerremos a Melanie en el auto con llaves, ella se está por dormir —miró a su amiga casi durmiéndose— y si se llega a dormir, no se despertará tan rápido. Y nosotros tendremos tiempo para buscar agua. Andy, no te dejaré solo allí adentro, aparte, si somos dos, tenemos más probabilidad de encontrar agua que si vas tú solo. No seas terco, anda ¿si?.

Andyno pensó su respuesta. Eva tenía toda la razón.

—Bien, llevaré a Melanie al auto. Sostén esto —le entregó su mochila y alzó a Melanie en sus brazos, para llevarla al auto—.

Eva comenzó a caminar detrás de Andyno con una sonrisa pícara que le alumbraba el rostro. No sabía la razón de esa misma, pero por algún motivo estar con su mejor amigo la hacía sentir bien.

—Ya, vamos. Melanie está en un completo estado de sueño. No logrará mantenerse despierta mucho tiempo, su borrachera es demasiada. Y no creo que estemos siendo buenos amigos al dejarla sola en un estado de alcoholismo como este. Pero tienes razón, debemos tomar ciertas medidas si queremos avanzar y salir de aquí. Ya vámonos —Andyno comenzó a caminar hacia el bosque junto con la olla antes mencionada, cuando sintió una mano agarrar la suya. Dio vuelta su cabeza, y allí estaba Eva. Tomando su mano con mucha ternura y una sonrisa en su rostro.

—Vamos —dijo mostrando una tierna sonrisa y un leve sonrojo en sus mejillas.

Comenzaron a caminar hacia el bosque, miraron todo su alrededor. Los árboles, los arbustos, el piso, estaba todo completamente hermoso. Era sin dudas un lugar que ellos escogerían para ir de campamento un fin de semana, si no fuera por la mala experiencia que estaban viviendo. Aún quedaba una pregunta por responder: ¿Cómo terminaron allí?.