My drug | Finn Wolfhard y tu [TERMINADA]

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Los hice entrar, la cosa estuvo un poco incómoda, Sol había estado millones de veces en mi casa, pero esta era la primera vez que traíamos a unos chicos, no sabíamos exactamente qué hacer o decir, bueno, más bien yo.

Sol ya era novia de Jack así que tienen más confianza, pero yo con Finn hasta hace unos días lo odiaba, además, soy malísima para sacar tema de conversación, lo mío no es socializar.
En fin, Estábamos los cuatro sentados en los sofás, sin decir nada, me siento tan tonta y esto es tan incomodo.

La tensión es impresionante, Jack miraba la casa y Finn igual, yo miraba el suelo y Sol parecía estar pensando.

¿Por que se nos había echo tan complicado hablar? Supongo que porque siempre que lo hacíamos, era en lugares públicos y ahora estamos completamente solos y en mi casa.

Creo que no fue tan buena idea invitarlos, seguramente se arrepientan y se vallan, ¡soy tan tonta! Pues, a quien le gustaría quedarse en un lugar en que se aburre, así es, nadie.

— ______ — me llamo mi amiga, sacándome de mis pensamientos. — ¿Me acompañas? — me hizo un gesto para que me levante, me tomó de la mano y me llevo hasta el baño. — La tension me mata.

— A mi igual — suspire.

— Tengo una idea. — dijo esta, entonces la mire con atención. — Alcohol — soltó. ¿Que?

— ¿Que?

— Si, tienes Vodka ¿verdad? — asentí. — Tomemos un poco, así podremos "soltarnos" y hablar más, ya sabes, cómo la última vez, solo que esta vez, no nos saldremos de ¿control?

— No lo se, Sol...

— ¡Ay, vamos! Será solo un poquito, para hablar. — asentí rendida, Sol volvió con Jack y yo fui hacia la cocina por el Vodka.
«Bien, ______, tu puedes.»

— ¿Quieren? — pregunte. Estos asintieron, fui por las copitas y comenzamos a hacer ronda de shots.
Siento que esto no terminará bien.

ஐ ஐ ஐ

Luego de unos Shots, mi vista se distorsionó, pero quería reír. ¿Por que? No lo sé.

Sol y Jack se besaban como si fuera el último día, Finn fumaba y yo al contrario parecía un Zombie riéndose solo. Hasta que Finn vino a mi lado.

Me extendió el cigarrillo de marihuana, el cual no acepte. Este puso soltó una risita.

— ¿De que te ríes, niño? — pregunte.

— Primero me digas niño, girasolcito y Segundo, de ti.

— ¿De mi? — este asintió.

— ¿Por qué?

— Porque eres muy inocente, pequeña.

— ¿Yo? ¿Inocente? — pregunte sin entender, entiéndanme, no suelo tomar alcohol.

— Sip — dijo con una risita.

— ¡Oye! — me llamo Sol. — ¿Donde dormiremos? — preguntó esta.

— Ustedes en mi habitación — dije, esta asintió y fue hacia mi habitación con Jack. Juro que la haré lavar mis sabanas.

Todo comenzaba a darme vueltas y vueltas.

— ¿Que te pasa? — me pregunto Finn.

— Creo que... tengo sueño.

— ¿Donde está el cuarto de tus padres? — preguntó.

— Arriba ¿por q...? — este me interrumpió, alzándome como en las películas, ya saben, como cuando se casan y el hombre hace upa a la chica, bueno no hace falta que lo explique.

— ¿Es aquí? — preguntó señalando una puerta. Asentí, abrió la puerta y me dejo sobre la cama.

— Duerme. — dijo este, me senté en la cama.

— ¿Donde vas? — pregunte.

— Dormiré en el sofá.

No quería que durmiera allí, podría decirle que durmiera conmigo, no mal piensen, pero no me agrada la idea de que duerma incomodo y en el sofá, no queda bien. Después de todo, una parte de mi quería que durmiera conmigo...

Pero no dije nada, Finn simplemente negó con la cabeza.

— Descansa — me lanzo una sonrisa y serró la puerta, me tire hacia atrás, pensando.

Esta claro que Finn me gusta. ¡Demonios! Esto no debió pasar. «Pero paso» mi conciencia atacó.

Trate de no pensar en Finn, pero no puedo, no logro sacarlo de mi mente.

Algo en el me gustaba y mucho, quizá era su lado malo. Con Finn hice cosas que no imaginé hacer nunca, Fumé marihuana, me metí en problemas, rompí algo y salí sin pagar, «probablemente ese señor me odie.»

Finn había despertado algo en mi que yo no conocía, nunca había sentido algo así antes, Dios, estoy siento tan cursi, podría golpearme a mi misma.
Pero no podía negarlo, Finn me gustaba y mucho.

También le gusto, pero... olvídense del pero.
Yo le gusto, el me gusta ¿que puedo perder?

Baje las escaleras y allí lo vi, estaba sentado en el sofá. Este la verme trago saliva.
Me acerqué a él, me paré enfrente de este, baje lentamente, arrodillándome, quedando cara a cara.

Este me miraba sin entender, pero a la vez podía ver una chispa en sus ojos, sus ojos me miraban con deseo, así supe que también le gustaba, como a mi me gustaba el.

Lo mire de arriba abajo y sin más, me acerque, uniendo nuestros labios en un perfecto beso lleno de pasión, Finn me levanto eh hizo que me sentaba sobre sus piernas, sin dejar de besarnos, podía sentirlo.

Besar a Finn se sentía realmente bien, este acarició mis piernas, haciendo que un cosquilleo me recorriera todo el cuerpo, nos separamos por falta de aire.

— No quiero que duermas aquí. — dije mirando sus labios, los cuales estaban rojos por nuestro resiente beso.

— ¿Donde voy a dormir sino? — preguntó con una risita.

— Conmigo. — trague saliva. Este sonrió y volvió a besarme, sonreí en medio del beso, Dios, este chico va a matarme.

Subimos las escaleras casi corriendo y nos acostamos juntos, volvimos a besarnos y por mucho que quisiera no hicimos nada.

Primero, porque soy virgen y segundo, porque sería muy apresurado.

Pero si algo bueno saqué de esta noche, fue el saber que Finn me deseaba tanto, como yo lo deseaba a él.