Cap 7: Cuando éramos cinco II: El secreto de Stan

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Las clases llegaron a su fin, después de una tarde agradablemente normal y aburrida.  

Ismael se pasó todo el rato observando el reloj de clase, temiendo que éste llegara a las cinco. Cuando el minutero se juntó con la aguja de la hora a las cinco en punto y el timbre sonó con estridencia, el muchacho dio un respingo. 

Mientras el resto de sus compañeros salían con rapidez de la última clase, una pesada clase de Filosofía que cualquier otro día se habría saltado sin remordimientos, Ismael guardó sus libros con lentitud en su mochila. 

De pie, esperándole en la puerta, estaban Harry y John, apremiándole con la mirada. No sabía si sus amigos confiaban demasiado en el plan de Tommy o si simplemente preferían terminar con su asunto cuanto antes. Para bien o para mal. 

Durante la última hora, apenas habían hablado, ya que Simon Peters, compañero suyo de clase y miembro del equipo de fútbol también, les pasó una nota firmada por Bob Hardy,Greg Mahoney y Rich Abbiatti quienes les esperaban en el Parque Robinson después de clase. 

El Parque Robinson estaba detrás del instituto y normalmente Ismael lo evitaba, ya que era frecuentado por toda clase de chusma (la clase de chusma que asustaría a niñatos como Hardy y sus amigos).  

Si los habían citado allí era amilanarlos antes de la pelea. Como si a Ismael le hiciera falta asustarlo más.  

No se había meado encima porque todavía tenía cierto sentido del ridículo, pero una vez que estuvieran en el Parque Robinson, no garantizaba que controlara todas sus funciones motrices.

Los tres amigos caminaron hombro con hombro por el pasillo para salir del instituto, con sus mochilas golpeandoles en las espaldas, mientras algunos compañeros les miraban como si fueran monstruos de feria. Simon Peters había difundido la voz sin duda, y puede que tuvieran público para la pelea esa misma tarde. Ismael buscó con la mirada a algunos profesores, pero los que no iban con prisa para volver a casa, se la evitaban.  

<<Cobardes. Seguro que muchos sabían lo de la pelea pero preferían ignorarlo para no meterse en problemas con los chicos del equipo. Como ese año había posibilidad de que llegaran a los play-offs eran intocables.>>

-Todo saldrá bien, tranquilos -Dijo John.

- ¿Estáis seguros de que la idea de Karloff funcionará?-Preguntó Ismael asustado.

-Si no nos ayuda tan sólo tendremos que defendernos. Como hicimos esta mañana- Respondió Harry confiado.

Dejaron atrás la puerta del instituto y bajaron los escalones de entrada, mientras el sol se escondía a sus espaldas.  

Cada paso que daban les costaba más que el anterior, pero tenían que ser valientes. Sabían que si todo salía mal posiblemente se llevarían la paliza de sus vidas. No estaban hablando de collejas o de empujones, ni siquiera de humillaciones. Serían puñetazos de tipos que levantaban pesas de cien kilos sin demasiados problemas. 

Mientras caminaban casi chocan con un corrillo de chicas, entre las que estaba Ashley Perkins quien les miró con lástima. La muchacha los vio pasar con rostro decidido y abrió la boca como si fuera a decirles algo, pero la volvió a cerrar.

- ¿Hablas con esos pringados?-Preguntó una de las chicas, Martina Adams, miembro del equipo de debate y la segunda chica más guapa del instituto tras Claire Kullings. Tenía una larga melena pelirroja y unos preciosos ojos verdes que ocultaba tras unas frías gafas de metal.

Ashley sonrió azorada e hizo un gesto con las manos, intentando quitar importancia al tema.  

-No, no, me había confundido.

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