CAPÍTULO 5.I: ESTO NO ES UN ADIÓS

22 2 0
                                    

Dos días después, recibí una llamada de Simón que me alegró el día completamente.

Cómo lo extrañaba, después de mí noche de alcohol, en la que lo llamé y le dije más de mil idioteces que sinceramente no recuerdo, me daba vergüenza volver a llamarlo, pensé que lo había espantado. Qué idiotez.

-Cariño ¿Cómo estás?-Le dije mientras me sentaba en mi cama. Ayer, hablé con mi madre, está feliz. ¡Está feliz por mí! Me dijo que me iba a ayudar en todo con él. A si que ahora es más apetecible para mí estar en casa.

-Muy bien ahora, soltero y disponible para la bella dama.

Quería saltar de felicidad.-¿Es... Enserio? WOOOOW.- No sé como explicar este absurdo sentimiento, pero siento que algo dentro de mí quiere salir en forma de grito pero en vez de un grito vomitaré colores y sentimientos. No. Creo que no me drogo.

-No sabes como te extraño, Sarah. Quiero tenerte aquí y ahora.-Pero que amooooooor esto es mucho amor para mí.

-Oh Simón, sabes, deberíamos hablar con nuestros padres para que uno de los dos viaje a la casa del otro.. es que enserio ya va mucho tiempo y no puedo soportar tanto sin ti.- No suelo ser directa pero este chico se lo merece.

-!Me parece una excelente idea! Linda tengo que irme, luego voy a hablar con mi padre para ir y tú hablas con tu...uhm.- Sentía su incomodidad.

-Tranquilo, no te preocupes, creo que las cosas han mejorado con ella, solo dame tiempo.

-¡EXCELENTE!

Reí.- Me vas a dejar sorda, idiota.- No puedo ser tan tierna, lo siento.

Sentí sus carcajadas.- Te quiero, preciosa.

-También yo, ¿Te ibas?..

-Si quieres no lo hago.- ¡OOOOW!

Sonreí.- Por mí, que te quedes para siempre, me pones feliz.

Hablamos casi dos horas, y así pasaron los días, semanas, cada día rompíamos más nuestro récord de hablar. ¡LLEGAMOS A LAS CUATRO HORAS! Dios santo la cuenta de nuestros teléfonos van a ser.... Impactantes para nuestros padres, solo espero que no nos reten o nos prohíban vernos.

Sólo quedaba una semana para entrar a clases y como ya era costumbre llamé a Simón por la tarde.

-Hey preciosa, tengo noticias.

-Uhm.... ¿Si?

-Hablé con mi padre.-Wow.- Dijo que sí podía ir a verte.- Doble wow.- Pero en semana santa...

-Oh... Queda más o menos un mes... Puedo esperar.

-¿Enserioo?.- Sentía como su rostro se iluminaba.- Gracias, de verdad gracias te quiero tanto.

-Yo te quiero más.- Le dije en tono infantil.

-Quieres pelear por eso.- Y así empezo, una ridícula pelea de quién quiere más al otro. Amaba estos momentos con él, me hacen sentir absurda pero completa, me gusta demasiado este chico.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Como van a empezar las clases mañana me he ido del pueblo del infierno a mi amada ciudad, este lugar me encantaba. Acá tenía dos amigas, grandes amigas. Samantha y Francisca dos pequeñas muy hermosas y de gran corazón llenitos de amor, no es que seamos las tres un grupo, de hecho ellas no se conocen directamente, a veces me gustaría que fuera así, pasaríamos momentos increíbles.

Mí primer día de clases estuvo más o menos interesante. Bueno, algo andaba mal.

Samantha.

Ella hace más o menos un año empezó un noviazgo hermoso con un chico del liceo, Xavier, en sí a mí nunca me pareció mucho esa relación con ese chico, pero como sea, tenía que apoyar a mi amiga, ella me apoyó en todo, más que nada cuando andaba llorando por Alex por los rincones de la escuela, a ellos les costó mucho salir adelante pero lo lograron, yo siempre estuve para Samantha en todo sin importar nada, pero ahora la siento más lejos ni si quiera puso máxima atención en lo que me pasó en el verano con Simón todo por su mismisimo novio. Esto duele.... La confusión entró en mí, el miedo a perderla... ese maldito miedo que tengo constantemente. Joder.

Los días empezaron a pasar y yo cada vez extrañaba más a Simón, se acercaba mi cumpleaños y sinceramente no estoy realmente emocionada. Ya que no estaba con el suficiente humor llamé a mi amiga Francisca para juntarnos a conversar y así sentirme mejor.

-¿Cómo estuvo tu verano?-Me preguntó ella sentada en su cama.

-Mejor de lo que esperaba.-Le dije con una media sonrisa.

-Y... ¿Alguien nuevo?-Dios santo nos conocíamos desde hace tan poco, pero parecía que fuéramos amigas de toda la vida.

-Sí.

En ese momento sus saltos y gritos de celebración llenaron su habitación, qué digo, su hogar entero. Amaba a esta chica siempre con esa energía, siempre con tema de conversación. Decidí ya no amargarme más por Samantha y salir adelante con la gente maravillosa que me rodea ahora.

Este capítulo estará dividido en dos partes. Perdón si me demoré mucho en subir y gracias a la gente que hasta ahora me ha leído. Besitos y muchos saludos:33

¿Es amor o no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora