Capítulo 11.

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Capítulo 11.

Esa mañana había estado demasiado saturado de trabajo, nuevo proyectos, reuniones y además asegurarme de cómo estaban yendo las divisiones de la compañía en la otras parte del país hicieron que al casi llegar la tarde un potente dolor de cabeza llegara.

Al fin la hora del almuerzo hizo su aparición y aunque aún quedaba bastante trabajo por hacer no iba a ignorar a mi estómago clamado por alimento así de igual manera aprovecharía de tomar una pastilla, me sobé detrás del cuello por un ligero dolor que me embargo para pasar por la sala de descanso, uno de los trabajadores tenía puesto las noticias en el televisor perteneciente a dicha sala. Eso no fue lo que detuvo mi andar si no la noticia que estaban trasmitiendo.

Sentí mi corazón hacerse añicos ante dicha noticia no podía creerlo.

Hace unas horas el conocido cantante Kaito Shion fue atropellado por un automóvil que iba a alta velocidad, pasando la luz en rojo y dándose a la fuga luego de atropellarlo, en estos momentos el cantante se encuentra en la sala de urgencias y no se han dado mucha información sobre su estado actual.

Los policías buscan el paradero del ahora prófugo.

Le mantendremos informados.

Se me fue el hambre, no me importaba nada más que ir hacia allá, el noticiero no dijo en qué lugar estaba internado Kaito por eso hable con Kiyoteru su voz sonaba perturbada y cansina de seguro por la situación que estaba pasando me dio la información, al poco tiempo me encontraba aparcando mi auto en el estacionamiento del hospital con pasos acelerados casi en carrera estaba en el recibidor del lugar había varios fanáticos contenidos por algunos hombres de seguro de Kiyoteru quienes querían saber de él.

-Kaito Shion, ¿Está bien? –le pregunte a la recepcionista, ella me observo con una expresión apática haciendo una mueca de disgusto por mi sola presencia –

-Está recuperándose pero su estado dejo de ser crítico –Respondió en automático aquellas palabras me aliviaron –

-¿Puedo ir a verle? –proseguí, un sonido similar a un gruñido escapo de su garganta mirándome de manera molesta e indignada –

-Claro que no –Contestó –Dios que le pasa hoy en día a los fanáticos, ustedes no dejan de hacer esa incesante pregunta e intentar colarse en las instalaciones, ahora retírese o lo echaremos como a los otros.

-Yo no soy un fanático cualquiera –pronuncie indignado –Soy su pareja tengo que verle.

-Ella bufó –Como si fuera el primero en decir eso –Le hizo una señal a uno de los guardia que prontamente me tomó del brazo – Retírenlo.

-Suélteme –Contesté desasiéndome de su agarre de manera brusca – ¡Mire señorita! ¡Hablo muy enserio! ¡Mi nombre es Gakupo Kamui y soy la pareja de Kaito! ¡Déjeme verle ya! –Exclame golpeando con fuerza la mesa de la recepcionista no estaba para estas cosas ¡Dios yo solo quiero ver a mi novio! – ¡He dicho que me suelte! –Prorrumpí cuando aquel guardia me volvió a tomar lo golpee deshaciéndome de su agarre intento regresarme el golpe y de un movimiento rápido lo noquee, dos guardias más llegaron, la enfermera gritaba que me sacaran del lugar –

-¿Qué es todo este alboroto? –Escuche la voz de Kiyoteru, me descuide recibiendo un puñetazo en la boca del estómago – ¡Oigan! ¡Deténganse! –Emitió – ¡Es Gakupo di la orden que lo dejaran pasar cuando llegara!

Mire con odio hacia la recepcionista que hizo un gesto de no tomarle importancia siguiendo con lo suyo, le pregunte a Kiyoteru donde se encontraba Kaito me dijo que estaba en la habitación 135 en el segundo piso al final del pasillo, le di las gracias para marcharme corriendo por los pasillos a lo que la recepcionista me grito que no corriera pero por mí podía irse al diablo la desgraciada, llegué al ascensor para oprimir el botón del segundo piso, los minutos transcurrían muy lento mientras el elevador subía. ¡Porque iba tan jodidamente lento! Mis pasos siguieron acelerados pasando de habitación en habitación hasta dar con la suya estaba custodiada por los mismos guarda espaldas quienes estaban en el concierto que había dado con anterioridad, ellos me reconocieron y me dejaron pesar aquello me alivió no tenía que tener otro desliz y seguir esperando.

Al entrar aquella visión me estremeció haciéndome contener el aliento, su cabeza estaba vendada, su rostro tenía algunos moretones, tenía un collarín, conectado a una máquina de oxígeno y distintos aparatos, algo dentro de mí se quebró al verlo allí ante mí, tan débil, tan frágil, tan al borde de la muerte y tan cerca de la vida, me sentí tan impotente porque no pude hacer nada por él para evitar que estuviera en ese estado.

-Oh, Kaito. Mi amado Kaito, ¿Quién fue el degenerado que te hizo esto? –pronuncie llegando a su lado, toque su mano acariciándola con delicadeza como si se fuera a romper ante solo mi tacto, una lágrima salió de mis ojos –lamento no haberte protegido. Debí ser yo, debí ser yo.

Debí haber estado allí para cuidarlo para protegerlo. Pero no estuve y le había fallado.

................

Mis ojos se abrieron con lentitud, la luz me hizo volver a cerrarlos, sentí el cuerpo entumecido como si no lograra moverlo correctamente, sentí que alguien me tomaba de la mano y mi vista se enfocó a aquella persona era un hombre de largo cabello morado, sus ojos eran de un zafiro intenso, mirándome con gran amor, una sonrisa se posó en sus labios pero ¿Quién era él?

-Kaito, al fin despiertas –me dijo con alivio en su vos, ¿Quién es esta persona? ¿Por qué parece conocerme? Cuando intente pronunciar palabra mi garganta dolió así que guarde silencio – ¿Kaito? –me miro sumamente preocupado, no lo entiendo ¿Quién es este hombre? ¿Qué hago aquí? ¿Dónde está Len? No entendía. Pero algo me decía que yo conocía a esta persona si es así ¿por qué no la recordaba? –

Se levantó informándome que iría a hablar con doctor para que me hiciera los chequeo, le mire salir no supe cuánto tiempo paso pero me percaté de que estaba en un hospital, no me podía mover ¿Cómo siquiera acabe en este lugar? el hospital parecía de aquellos caros que mi seguro social no podía costear o mi dinero, aquello me asusto ¿Y si había gastado todo mi dinero en este lugar? ¿Cómo me costearía la universidad? ¡Diablos! ¡¿Cómo acabe aquí?! Llego un doctor sacándome de mis pensamientos, me hizo una revisión al terminar se retiró junto con aquel hombre pero intente escuchar la conversación apenas logre oír algo.

-Tiene una leve contusión cerebral causada por el impacto en su cabeza lo cual puede generarle pérdida de memoria al parecer no está consciente de unas cuantas cosas, la pérdida de su voz no puedo decirle su razón exacto, aun así que vayan las cosas con calma y no altere sus emociones –Fueron sus palabras –

-Si –Contestó aquel hombre –

Hablaron de algo más que no pude oír por más que quería, aquel hombre me acompaño en todo momento, luego llegaba a visitarme un hombre de cabello castaño y lentes, quien era Hiyama Kiyoteru luego me enteré que el hombre que se encontraba conmigo era Gakupo Kamui.

Al darme de alta pensé que me iría a mi viejo departamento, allí de seguro estaría Len preocupado por mí, porque no había regresado en semanas pero no, al parecer yo vivía con ese hombre ahora, había una habitación para mí y todas mis cosas estaban allí.

Aquel sentimiento me sobrecogía porque todo era demasiado nuevo, el no poder hablar y querer que atendieran todas mis dudas solo me hacía sentir más ansioso, me deje caer en la cama suspirando.

Ese hombre me mira como nadie jamás me había mirado, ni siquiera Len, con tanto amor eso me hacía sentir una extraña sensación en el pecho pero no puedo recordarlo, siento que es importante para mí pero en realidad ¿qué tan importante es?

Continuara...

Perderte de nuevo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora