Nivel 1

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No sé cuánto tiempo se supone que ha pasado, días, semanas... meses, en este tipo de cosas saber cuándo y cómo inició todo es lo de menos. Según la historia oficial algún loco científico millenial que trabajaba en regeneración celular le pareció gran idea sintetizar su droga de regeneración del sistema nervioso en una nube vírica que esparció desde su azotea, supongo que la idea era que todos seriamos inmortales y voala, malditos muertos levantándose del piso con nada más que deseos de bailar thriller y comerse a todos en el proceso… si tan solo hicieran lo primero…

Lo único que nos interesa saber es que cuando te das cuenta estás metido en este desastre hasta el cuello, este mundo es así, jodido, muy jodido, pero es lo que lo hace divertido, siempre hay algo que hacer, cuando no estás en medio de una lluvia de balas, estás luchando por evitar que la siguiente secta de sobrevivientes dementes trate de destruir el mundo (o lo que queda de él), incluso cuando no haces nada en especial, la rutina diaria incluye esconderse, correr por tu vida y raspar en los restos de la civilización para poder comer algo antes de que te coman.

y para no variar de nuevo me encontré frente a la obra de otro grupo de gente "brillante", una muralla de refrigeradores y carros de súper tapando la entrada al único supermercado decente del pueblo: ("el zorro rojo", "la tortuga de peluche", "el atún feliz" estos supermercados de pueblo siempre tienen nombres originales, en la ciudad solo saltas de un Wal-Mart al que sigue) parece que al dueño le pareció una maravillosa idea encerrarse con todos sus amigos en el supermercado antes de soltar ni un solo chicle a los que lo pasaban fatal afuera, y allí se quedaron esperando al milagroso rescate que (obviamente) nunca llegó, sobra decir que tarde o temprano algo iba a fallar y cuando alguien soltó la primera mordida.. ¡Sorpresa! La magia de que nadie pueda entrar reside en que tampoco nadie puede salir. El resto es la historia de siempre, un nutrido grupo de cadáveres andantes encerrados con kilos de conservas y sin ni un bocado de los que les gustan. Pero para eso estoy yo, quien estaba a punto de brillar su hermoso cuello frente a sus dentaduras solo para ver si logra sacar algo decente para la cena

El primer paso fue fácil, logré trepar a las ventanas del techo con ayuda de mi gancho de escalada, una habilidad que aprendí hace relativamente poco y que aún no me explico cómo viví sin esto toda mi vida, especialmente desde que caí en cuenta de que el 90% de los muertos trepan como niño gordo. Me bastó un solo golpe de mi martillo para romper la ventana y un solo resbalón con una mancha en el marco de la ventana para caer dentro del totalmente oscuro recinto (por qué...carajo...siempre...hay...maldita...sangre...por todos...malditos...lados?!) caí arriba de algo plano metálico y a todas luces algo angosto, me esforcé por ponerme en pie rápidamente, pues ya empezaba a percibir el característico olor que esos malditos dejaban por todos lados, su horrible hedor a... barbacoa? Tome mi lámpara y examine el lugar, desde la leve altura en la que me encontraba comprobé que efectivamente todo el lugar estaba repleto de cadáveres, los cuales yacían tirados de cualquier manera, totalmente calcinados, un leve chispazo llamó mi atención a una esquina donde un montón de gruesos cables salían desde el generador principal de la tienda hasta el piso totalmente inundado, así que casi al mismo tiempo que caí en cuenta que el piso era una trampa mortal, también caí en cuenta de que esta estantería sobre la que había caído era lo único que me salvó de ser la nueva brocheta del lugar, como le sucedió a varios pobres diablos que no tuvieron tanta suerte al intentar robar los valiosos suministros como pude corroborar más adelante, se ve que alguien realmente dio guerra antes de dejar caer su castillo.

Me incorpore totalmente manteniendo el equilibrio sobre la estantería, mi lámpara me reveló que el interruptor de corriente estába relativamente cerca si es que lograba saltar unas estanterías y llegar hasta unas tarimas de madera convenientemente colocadas para apagar la corriente en caso necesario, (a veces es difícil evitar la sensación de que todo está "programado" para que avances en el reto). no le di más vueltas al asunto y comencé la mortal carrera de saltos, más de una vez sentí que perdería el equilibrio pero mi velocidad pudo un poco más contra la física y logre llegar de alguna manera al interruptor, respire aliviado con la seguridad de que todo había terminado y baje el interruptor, automáticamente un timbre sonoro me obligo a voltear a la pared de la izquierda donde una luz roja de emergencia dio aviso de desbloqueo de la puerta de cierre eléctrico del almacén, acción que fue celebrada por un coro aullidos de las criaturas allí encerradas, (mierda) Intente volver a subir el interruptor inmediatamente y cual no fue mi sorpresa al ver que la oxidada palanca se rompía bajo mi esfuerzo (mierda, mierda, mierda!) Cubrí la distancia hasta la puerta en lo que imagine fueron 2 pasos y empuje con toda mi fuerza para tratar de mantener cerrada la puerta, puede que no fuera la idea más brillante, pero igual si estuvieran tranquilos no habría tantos de ellos empujando la puerta, incluso pudo haber sido una buena idea, de no ser porque al levantar la cabeza mientras empujaba me topé con la mirada de al menos 20 zombis a través del cristal (Malditas puertas con ventana) su alarido creció y sus esfuerzos se intensificaron, no había manera de que aguantara mucho más así que tomé mi mochila y empecé a rebuscar en busca de algún artefacto bendito que salvara mi vida.

Dead GameWhere stories live. Discover now