CAPÍTULO 27. |LUKE|

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Duele. Claro que sí. Duele escuchar que la chica que te gusta diga que ama a la persona que más quieres exiliar de tu memoria. Las palabras salieron flotando de sus preciosos labios y se estrellaron directamente en mi pecho. No fue fácil escucharla decir que aún lo ama, pero todo se volvió diferente cuando ella me dijo que yo le estaba enseñando un nuevo amor que le gustaba más.

Ella crea cualquier tipo de sentimientos en mí, es difícil de explicar con simples palabras, pero voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para conquistarla, para hacer que el amor que nazca entre nosotros sea el más bello y sincero que pueda existir.

—Otra vez me llamaste para insultarme —me dejo caer en el sofá y cierro los ojos. Me gustaría que mi mamá me llamara para preguntarme cómo estoy o algo así.

— ¿Ya se lo dijiste?

—Mamá, no se lo voy a decir.

—No puedes hacer nada para complacerme, jamás lo has hecho, eres el peor hijo que la vida pudo darme.

—Eso ya lo sé —respondo intentando parecer inmune a sus palabras.

—Luke eres demasiado estúpido como para darte cuenta de lo que pienso de ti...

—Me odias, lo sé.

—Más que eso, Luke. Desearía haber tenido sólo un hijo...

Cuelgo porque no puedo resistir más escucharla, es mi madre y jamás me va a aceptar tal cual soy. Es imposible siquiera intentarlo. Es la primera vez que me ha dicho eso, nunca la había escuchado tan enojada y tan... mala. Dijo que desearía no haberme tenido, bien pues yo desearía haber sido huérfano.

Todo esto es consecuencia de que no quise decirle a ____ que saliera de mi vida. Eso fue lo que me pidió mi madre, me dijo que tenía que hacer que ella se alejara de mí para que así pudiera ser fiel a su palabra de siempre amar a Axel, pero simplemente no puedo, sería como atentar contra mí mismo.

Ahora me siento doblemente peor, ____ me ayudó hace un rato a componerme de las palabras de mi madre, pero al parecer esto nunca va a cesar, es tan doloroso saber que tu madre preferiría que no existieras... creo que si ella hubiese podido elegir cuál de nosotros debía haber muerto en ese accidente, hubiera preferido que fuera yo el que perdiera la vida en lugar de Axel. Tal parece que esto nunca va a tener un fin.

Tomo mi celular y no sé a quién deba llamar, es tarde y después de la larga caminata por el Times Square, estoy seguro de que ____ ya ha de estar profundamente dormida, así que le marco a Mateo.

—Morata —suspiro.

—Hemmings —responde rápidamente—. ¿Qué tienes amigo?

—Lo de siempre.

— ¿Hablaste con tu progenitora?

—Sí... me dijo que hubiese deseado sólo tenerlo a él.

—Vaya que eso está muy jodido —suspira.

— ¿Estás solo?

—Eh... no.

— ¿Quién está contigo?

—Ah... Clary.

— ¿Has estado saliendo con ella de nuevo?

—Sí —suspira.

— ¿Y Hannah?

—Es demasiado buena para mí, Hemmo, sabes a lo que me refiero.

—Entonces díselo y no continúes saliendo con ella, puedes lastimarla.

—Lo peor de todo es que no sé cómo decírselo.

—Pues busca una manera que no sea demasiado estúpida.

—Lo haré, amigo. Ánimo con lo de tu madre...

—No sé, Mateo, a veces pienso que sería bueno morir... digo para dejar de estorbarle...

— ¡No seas un cabrón insensible! —me espeta—. No digas eso ni de broma Luke, yo te extrañaría.

—Sonaste demasiado gay... pero gracias Mateo —sonrío.

—Recuerda que hay gente que te quiere... Tamara por ejemplo.

—Corta el rollo, sabes que no me gusta ella.

—Clary dice que te la tiraste y que Tamara no puede sacarte de sus bragas... digo de su mente desde ese día.

— ¡Corta el maldito rollo, Mateo! No me acosté con ella —resoplo—. Estoy saliendo con ____.

— ¿Ya te aceptó? Me dijiste que te había rechazado por mensaje.

—No... Hoy pasamos un día verdaderamente agradable.

—Me alegro por ti, Hemmo, pero entonces apresura a cortarle el cuentecito a Tamara.

—Eso haré —suspiro.

— ¿Vienes mañana a jugar FIFA?

—Saldré con ____ —sonrío—, pero si no regresamos muy tarde pues pasamos a saludarte.

—Bueno, adiós Luke.

—Adiós Mateo y gracias.

Me levanto y camino hasta mi dormitorio, que, efectivamente sigue siendo un completo desastre, y tengo que ponerle fin a eso.

Comienzo por la ropa sucia, la arrojo en un bote y pienso que algún día llegará a ser lavada. Posteriormente recojo la basura que hay en el suelo y en la mesita de noche... después de todo, el sueño y el cansancio han sido reemplazados por dolor y las palabras de mi madre rebotando de un lado al otro de mi cráneo.

Mi celular suena y salgo rápidamente hasta la sala porque ahí fue en donde lo dejé. La foto que le tomé a _____ cuando estaba admirando las normes calles de Nueva York destella en mi pantalla y sonrío.

—Pensé que estarías dormido... —suspira.

—Yo pensé lo mismo de ti, guapa.

—Pues... tengo insomnio y... decidí llamarte para decirte que te has dejado la mochila aquí.

—Cierto —sonrío y me siento en el brazo del sillón.

— ¿Qué estabas haciendo?

—Pues no me lo vas a creer, pero hacía limpieza en mi habitación.

— ¿Ah, sí?

—Sí —suspiro.

— ¿Qué pasa? —pregunta e intuyo un poco de preocupación en sus palabras. Me encanta que siempre se preocupe por mí, me hace sentir como si fuera importante para alguien.

—Me llamó mi mamá...

— ¿Qué te dijo?

—Bah, lo de siempre... sólo que hoy añadió que desearía que Axel hubiese sido hijo único.

—Dios, Luke —susurra—. ¿Quieres que vaya para allá?

—Es noche, guapa. No salgas de tu departamento, además mañana nos vamos a ver.

—Cierto —ríe bajito y siento que me encanta un poco más.

—Gracias por llamarme, ____.

—Quería escuchar tu voz y saber que habías llegado bien a casa.

—Basta, harás que me sienta importante.

—Para mí, lo eres —suspira.

Escucho que suena el timbre y se me hace algo totalmente raro, es casi la una de la madrugada y no espero a nadie.

—Están tocando —murmuro.

— ¿Esperas a alguien?

—No... Dame un segundo.

Bajo el celular y camino hasta la puerta, tocan un par de veces más y abro.

—Hola Luke. 

Two of You; Luke Hemmings.Where stories live. Discover now