LA CHICA EN LA PINTURA

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Comenzaba a despedirme de todos y cada uno de mis seres queridos. De todos menos de mi madre, ella era la razón por la cual debía marcharme, pero estaba decidida a hacerlo. Se preguntaran que es lo que esta pasando. Todo comenzó unos cuantos meses atrás. Mi hermana, mi madre y yo estábamos en el jardín. Todo era tranquilo, cuando de repente a lo lejos vimos una sombra, era un hombre. No se sabia como era hasta que se fue acercando. Cuando salio a la luz vimos que era enorme. Traía una chaqueta de terciopelo morada, botas negras y altas, un bigote enrulado, pero lo que mas lo caracterizaba era su enorme sombrero morado al igual que la chaqueta. Mi madre sospecho de aquel hombre, por lo cual nos dijo que entráramos a la casa. Aquel señor dijo:

- Oh, no no no. Ellas vienen conmigo

- Quien eres? Ni creas que te llevaras a mis hijas. Dijo mi madre

Aquel hombre sin obedecer a mi madre se nos acerco a mi y a mi hermana

- A ellas ni te les acerques. No tengo idea de quien eres o porque estas aquí. Pero no te lleves a mis hijas. Llévame a mi

- Me parece bien. Trato hecho.

Fue tan rápido, que apenas si me di cuenta. Mi madre ya no estaba con nosotras, ni tampoco aquel hombre misterioso. Desde aquel día no hacia nada mas que llorar y pensar en ella. A donde se la había llevado ese hombre y porque. Aunque la razón era lo que menos me importaba. Solo quería de vuelta a mi mama. Una tarde Salí a buscarla en lo mas profundo del bosque. Camine demasiado. A lo lejos divise una casa enorme. Estaba decidida a entrar. Las puertas estaban abiertas así que entre. No sabia con lo que me encontraría. Al entrar todo era enorme, había una lámpara de cristales colgando del techo y una puerta al fondo. Lentamente camine hacia ella y la abrí. Parecía no haber nadie. Al fondo había otra puerta mas, seguida de otra y de otra y de otra. Finalmente llegue a una habitación donde había unas escaleras, subí y a mi derecha logre ver a mi mama, parecía estar pintando. También vi a aquel extraño hombre. Le gritaba a mi mama:

- No me sirves, tus pinturas son pésimas!

Me llene de rabia así que me dirigí hacia el y le dije:

- No le hables así!

- Y miren quien nos acompaña. Es tu hija

- Porque mi mama esta pintando para ti? Porque la tienes como prisionera?

- Son muchas preguntas mi niña. Tu mama no me sirve. De igual forma se quedara aquí conmigo por el resto de su vida.

- No! Yo estaré contigo a cambio de su libertad

- Depende, si es que sabes pintar. Vente y pintame un cuadro

Hice lo que me ordeno. Al final me dijo:

- Tienes un talento increíble. Tu mama seguirá acá, pero vivirá cómodamente a cambio tu pintaras para mi el resto de tu vida.

- Trato hecho. Le dije. Pero con una condición, cumplirás tu promesa y me dejaras irme a despedir de mi familia

- Es un trato.

Salí llorando de aquella enorme casa. Pero no iba a dejar a mi mama abandonada con ese hombre. Fui a mi casa y me despedí de todos y cada uno de mis seres queridos. Enseguida volví a ese lugar.

En un instante estaba en la habitación con ese hombre, mi mama y en frente mio un cuadro en blanco y un pincel.

- Comencé a pintar. Me dijo el hombre

LA CHICA EN LA PINTURAWhere stories live. Discover now