Capítulo 1: Marinette y Adrien!?

47 4 0
                                    


.

Un villano, horrible, malévolo no tenía piedad a nada, y su poder era inimaginable, Se podía decir que era un poder perfecto. Lo unico que necesitaba era la inmortalidad, que solo conseguiría con los prodigios de Ladybug y Chat Noir.

Había intentado de todo, y ninguno de los prodigios había encontrado. Trajo el mismisimo infierno a la tierra, todo por conseguir aquellos prodigios. Pero nadie sabia donde se encontraban, estaban perdidos. 

Todos los edificios y casa habían desaparecido, y pocos humanos eran los sobrevivientes. 

Los unicos que se saben que aún se mantenían con vida era Adrien y Marinette. 

Ella estaba profundamente enamorada de el, y el estaba enamorado de ella pero siempre negaba sus sentimientos. 

—!MARINETTE! —Gritó el chico desde su casa, con furia y fuerza. No sabía que hacer o como salvarla, no sabía en donde se encontraba. Todo era confuso, el mundo poco a poco hecho pedazos, poco a poco el mundo se estaba destruyendo. 

—Marinette... ¿Donde estás? — Decía en voz baja, mientras las lágrimas caían y se resbalaban por sus mejillas. 

Estaba frustrado, ¿como haría para salvarla?, si no sabía su paradero. 

—Juro que te encontrare, y te salvaré... Aunque sacrifique mi vida por ti — habló el jóven rubio. 

Adrien recogió lo necesario, algo de ropa, agua y alimentos, que había encontrado por suerte y los hecho en su mochila. Salió de su escondite y respiró profundo, para proseguir el caminó. 

Marinette estaba al otro lado de Francia, oculta y a salvo, era la unica sobreviviente de ese lugar ya que todo sus amigos habian muerto. 

—No los pude salvar... Todo, fue... Mi culpa — Se repetía así misma llorando, golpeado fuertemente sus rodillas, con sus puños. 

—Tengo que salir de aquí... Buscar más sobrevivientes y protegerlos de aquellos — decía así misma.

Ella no tenía protección alguna, estaba sola. Miro hacía el horizonte y recordó aquel chico que hacía latir su corazon. 

—Y si el está muerto... Si no hay sobrevivientes — se repetía así misma una y otra vez. 

Al frente suyo vio una simple ilusión de su amiga que le decía:

— Hagas lo que hagas no te rindas, haya afuera hay personas que te necesitan... — recordó aquellas palabras que su amiga de tez morena le había dicho, horas antes de su muerte. 

— Lo hare... Por ti, por Adrien y por todas esa otras personas... — dijo la azabache. Respiró profundo y se encaminó a encontrar a más sobrevivientes y mantenerlos a salvo. 

*

Esa era su misión. 

*

Adrien hiba de caminó hacia otro refugió, debería de encontrar uno pronto ya que estaba anocheciendo y todos los villanos, Canibales, muertos vivientes y destructores saldrían a asesinar a todo ser vivo que se encontraran. 

Un chico volando llego del cielo y con una de sus flechas rozo el brazo del rubio, lastimandolo. 

— Pero miren... Un ser viviente, ¿Como es que sobreviviste? — preguntó el ser de Alas, más conocido como Cupido Negro, sus flechas tenían veneno, y todo lo que esas flechas tocaban, moria.

—!Agh! !Desgraciad*! — Grito el rubio con enojo, colocando su mano en la herida. 

—Si, vas a morir pronto... Primero, quiero jugar contigo... Todos murieron y no tengo con quien jugar — Habló el chico de alas con una sonrisa maliciosa en su rostro. 

—No voy a morir... Tu sí — Habló el rubio... Corrió todo lo que pudo, con velocidad hacia una cueva, y cerró su entrada con unas piedras, el problema, es que ahora estaba atrapado. 

—!Rayos! — Maldicio para así mismo, pudo lograr sacar el veneno de su brazo, pero ahora el problema es que ahora estaba atrapado... Sin salida. 

—Debe de haber una salida — Se repitió así mismo, se levantó y prosiguió caminando, caminando por horas en circulos tal vez... Pero ahora debía descanzar, estaba exhausto, agobiado y solo... Sacó de su mochila un poco de agua y tomó para refrescar su sed. 

Durmió allí, incómodo hasta el momento que amaneció. 

El jóven despertó y estiró sus brazos, el golpe que tenía en el, dolía demaciado aún. 

Prosiguió a caminar, por el mismo y unico sendero que había. Caminó por horas, hasta encontrar una salida... .

Ese sentimiento llamado amor MLB S1Where stories live. Discover now