i. in time you'll recognise

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Un pésimo día. Eso es lo que había sido para Hoseok. Se bajó del coche, y mientras ponía la llave en la cerradura de su puerta para ingresar a casa, solo podía pensar en tener un buen baño caliente, ponerse la piyama y dormir hasta el siguiente día. Porque pensar en dormir todo el día, era una resolución muy egoísta. Hoseok trabajaba de lunes a domingo; lo que significaba no tener descansos y definitivamente, no tiempo para días libres y relajación, al menos de que estuviéramos hablando sobre vacaciones. Y eso sí que estaba lejos a consideración.

Se aflojó la corbata del cuello y abrió la puerta. Un mortal silencio recibiéndolo. Nada. Ni siquiera una pequeña mascota recibiéndole con ladridos en la entrada, tratando de hacerse llegar a través de su pantalón, completamente feliz de verlo después de un largo día en el trabajo. No había nadie quien le extrañara cuando se iba durante las mañanas, y nadie esperándole cuando regresaba por las noches.

Era una situación que le entristecía más de lo que le gustaba admitir.

Dejó las llaves cerca de la puerta y se quitó el abrigo para colgarlo a un lado. Se sacó los zapatos, cambiándose por algo más cómodo que no le sofocara los pies. Con la corbata floja en su cuello, se la quitó de un tirón y desabrochó los primeros botones de la camisa, moviendo el cuello de izquierda a derecha hasta que sus huesos sonaron. Dejó salir un profundo suspiro. Casi podía escuchar las palabras de una vieja amiga suya en la cabeza. A Hoseok le divertía cuando ella intentaba hacerle entender que tanto trabajo iba a matarle algún día, aunque en realidad le parecía agradable que alguien más, aparte de sus padres, se preocupara por él.

Hoseok a veces le agradecía por el gesto. Solamente porque adoraba ver la expresión enojada de Park Hana luego de ello. Realmente no le importaba cuántos insultos recibía después a causa de eso, esa mujer era sumamente adorable. Cuando no se encontraba insultándole, por supuesto.

Los pies de Hoseok se arrastraron hacia la cocina, listo para recalentar algo de comida de su nevera que pudiera llenar su estómago muerto de hambre. En su camino, encendía algunas de las luces automáticas que probablemente se olvidó encender antes en la mañana. Su sala estaba prácticamente a oscuras, y si era honesto, no le gustaba para nada la oscuridad. Le causaba terror.

Sí, era un hombre asustadizo. Que se le iba a hacer.

Hasta la luz en su cocina se encontraba apagada. Se extrañó, pero cuando estaba preparado para encender la luz, un movimiento en su cocina le hizo paralizar. Fue cuando escuchó un arrastre de pies y una voz bastante familiar llamando su nombre que dejó su estado asustadizo, para finalmente mover la mano y encender la luz.

La intensidad de la luz le cegó por un momento, y entrecerró los ojos, pestañeando hasta que pudo visualizar la figura frente a él.

—¿Hana?

La chica se encontraba rascándose los ojos y se detuvo un momento, alzando la mirada para verle. Su boca cayó, como si no pudiera creer que estaba frente a ella.

—Hoseok. Oh, hola... —No solo balbuceó, si no que cuando intentaba llegar a él, se tropezó con sus pies hasta que estuvo lo bastante estable frente suyo y con las manos hacia arriba. Una sonrisa avergonzada apareció en sus labios—. ¿Sorpresa?

A Hoseok no le causaba gracia la situación. Mantuvo su semblante serio y confundido por un largo rato, mientras todavía se apoyaba en el marco de la puerta de la cocina con una mano.

Sus ojos viajaron por la cocina y se detuvo, apenas notando la pequeña decoración que la mujer había hecho en su cocina. Había un pastel en el medio de la barra que atravesaba la cocina. Un par de velas apagadas le adornaban, y vasos, platos y cucharas se encontraban a su alrededor. Todo en número de dos. Parecía que Hana había estado esperando por bastante tiempo porque el aire olía un poco a cera de vela, y las velas en el pastel se encontraban gastadas. Probablemente se habían reducido a la mitad hasta que ella misma había decidido apagarlas antes de que se consumieran por completo. Era obvio cuanto se había tardado en aparecer Hoseok a su propia fiesta sorpresa de cumpleaños.

birthday resolution | jung hoseokWhere stories live. Discover now