Un disparo certero.

La Dedicación.

Los jugadores salen a la cancha de fútbol santiguándose según su religión, se saludan con el equipo contrario y esperan anhelante el pitido del árbitro. La moneda favorece al equipo contrario y la batalla comienza.

Al minuto 38 del primer tiempo, el equipo contrario marca el primer gol de la noche, la defensa del equipo guaraní se come al delantero, que tira a la esquina derecha del portero y clava la pelota hasta la red, el rugido del público no se hace esperar, los jugadores contrarios festejan el gol con un grito fundiéndose en un abrazo grupal, los jugadores guaraníes patean el césped y niegan angustiados, continua el partido con muchos errores por parte del equipo local, pero con fortuna de no acusar ningún gol más.

Termina el primer tiempo y ambos equipos se retiran al interior. El entrenador del equipo guaraní los ánima recordándoles sus triunfos, pero sobre todo, obligándolos a no olvidar que la batalla seguía, mientras cada uno siguiera en píe.

Con nuevas fuerzas y el ánimo recobrado, el equipo guaraní vuelve al campo junto al equipo porteño, le toca sacar al equipo local, los nervios están a flor de piel, los jugadores se auto convencen para dar lo mejor de sí mismos, el ataque del equipo guaraní amedrenta al contrario, que se lanza en defensa de su portería, un balón largo al fondo y un pase perfecto a Samuel, acercan al equipo a la portería rival, Samuel vuelve a pasar el balón a su izquierda y se acerca más a su objetivo, en una inteligente y arriesgada jugada de su compañero, Samuel vuelve a recibir al balón, levanta solo una vez la mirada y divisa a su contrario, esquiva al defensa saltando por encima de sus piernas y lanza un cañonazo al centro de la red que entra como una bala y mueve toda la portería, sus compañeros se tiran encima suyo en un abrazo que lo tumba al suelo, al poco todos se ponen en píe, buscan una cámara, se alinean, levantan su camiseta y hacen el signo de la paz, en la camiseta de abajo se lee:

Fuerza Mariela, estamos contigo.

 

La grada en pie, celebra aullando el nombre del delantero guaraní, el partido se reanuda, el equipo local se crece con su gol y apabullan al contrario, hasta que un segundo gol es marcado al minuto 40 del segundo tiempo, la victoria del equipo guaraní es atronador, han clasificado.