Hospital For Souls

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Techo blanco, paredes blancas y una camisa de fuerza... ¿A esto llegue? Que patético.

La habitación parecía inmensa y a la vez muy pequeña, depende de donde se mire. Siempre he creido que esto es lo peor que pueden hacer en lugares como estos, todo lugubre, no hay motivacion, solo hay tristeza y lástima. Lugares así logran que uno mismo se tenga lástima, para que te den vueltas las mismas cosas una y otra y otra vez en un ciclo sin fin basado en paredes blancas y con algo esponjado para impedir que te hagas daño.

El infierno de los suicidas y los "locos"

Manicomio, hospital psiquiátrico, la misma mierda. No es sinonimo de recuperacion. Paredes blancas, paredes blancas, paredes blancas. Es como encerrarte dentro de ti. Grité, grité como una desquiciada dándoles razones para que me tengan aquí encerrada como una loca. Yo no estoy loca, no estoy loca. ¡YO NO ESTOY LOCA!

— ¡CLAIRE!— Abrí los ojos.— Cálmate.— Los calidos ojos verdes de Criss me confortaron. Criss. ¿Qué demonios hago aquí?

— ¿Qué hago aquí?

—Te desmayaste y no quise llevarte al hospital. Supuse que no te gustan.

— Estaría mejor en cualquier otra parte que no fuera aquí.

Me paré de la cama pero algo salió mal, pues caí de rodillas al piso ¿Por qué mis piernas no me responden? Y fue ahí cuando los recuerdos de hace unas horas me calleron como balde de agua fría. Perdí las cosas que me quedaban por dar o conservar; mi dignidad y virginidad.

Comencé a llorar, llorar como desquiciada, a sacar toda la mierda. Criss me abrazó.

— ¡No, suéltame!— Lo empujé hacia el suelo y cayó de espaldas.

— ¡¿Qué demonios te pasa?!— Reclamó confundido.

—¡No! ¡Suéltame!— Seguía gritando, no estaba completamente consciente de lo que pasaba. Me agarré la cabeza con las manos y me tiré el cabello.

Estoy perdiendo de la cabeza, sentía que si no la afirmaba saldría de mi cuerpo o explotaría. Los recuerdos de hace pocas horas se amontonaban en mi cabeza y las escenas se repetían una y otra vez, volvía a sentir todo. Como en una película que se quedaba pegada en una escena, avanzaba y volvía a repetirse.

No. No. No.

Escuchaba muy a lo lejos la voz de Cris, como un eco, no entendía lo que decía.

—No. No. No. No.—Repetía en susurros moviendome hacia adelante y atrás.— Suéltame. Suéltame. No quiero. Déjame. Déjame. Déjame. ¡DÉJAME!— Cris seguia gritando cosas que no entendía.

Colapso...

Me levanté, le di una patada a Criss para que no se moviera y salí de la habitacion. Me sentía encerrada en la habitacion y como en mi misma. Solté otro grito y le di un golpe a la pared mas cercana, después de uno vino otro y así. Hasta que terminé con las manos ensangrentadas y los nudillos hechos mierda. No sentía. No me dolían las manos y a la vez si. Me dolía todo pero no lo sentía, el dolor que no se siente dolía más. Y el de la cabeza que en cualquier minuto se arrancaba o explotaba.

—No... no... no... ¡No! ¡NO!

Sucia. Patética. Inútil. Usada. Mierda. Mierda más uno. Así estaba, es dificil de explicar solo el simple hecho de los sentimientos.

Dejé de llorar, chillar y todo. No tenía idea de donde estaba. Me quedé de rodillas en el suelo mirando algún punto fijo en algun lugar perdido del lugar, donde ni el mas moderno GPS podría encontrarlo.

¡DÉJAME! [Editando-2020]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora