Omegle, Talk To Strangers

Despedidas y Encuentros

 Brian

Su beso es dulce y lento, es como si estuviera saboreando cada parte de mi boca. Quiero hacer lo mismo con la suya, quiero recordar el sabor de sus labios toda mi vida. Empujo mi lengua a través de su boca abierta, un gemido se me escapa cuando su lengua toca la mía y se rosan tan fuerte. Pongo mis manos en su cintura y la atraigo hacia mí, ella coloca sus piernas a ambos lados de mi cadera y se aferra a mi cabello dándole pequeños tirones que  se sienten en todo mi cuerpo. Estoy perdiendo el control aquí. Realmente lo estoy perdiendo.

-Emily…

Parece que Escuchar su nombre solo provoca que me bese más fuerte y se apriete más a mi cuerpo. Ella quiere que cierre la boca. Pero  aunque yo también tengo alcohol en mi organismo, estoy lo suficientemente consiente como para saber que esto está mal.

-          Emily… tenemos que… diablos – ella mueve sus caderas encima de mi entre pierna, de adelante hacia atrás, no puedo contenerme mas.

-          Te necesito Brian… - susurra agitada.

Meto mis manos por debajo de su  blusa y se la saco por la cabeza, largo una risita cuando veo la segunda blusa cubrirla. La tela aun esta húmeda cuando la toco y  se la saco por la cabeza.

-          Eres hermosa – digo mientras me levanto un poco para encontrar sus labios, empujo suavemente su cuerpo en la arena dejándome encima de ella.

-          Tú eres hermoso Brian. eres increíblemente delicioso… - pasa su mano por mi pecho y luego por mi abdomen, dejando un camino de fuego por donde ella toca.

Imito su acción y toco su cuello para bajar lentamente por su clavícula, la beso y dejo que mis manos se llenen con sus pechos. Aunque tenga un sujetador puesto, me conformo con solo sentirlos.

Empujo mis caderas en las de ellas para que pueda sentir lo que está provocando en mi cuerpo. Para que pueda saber cuánto me excita.

Pero por mucho que realmente, y diablos que realmente quiero hacerla mía. Soy el tipo consiente aquí, tengo que bajar el ritmo o terminaremos desnudos a metros de la casa de tommas. No quiero que nadie vea a Emily desnuda, quiero ser yo el único de tener ese privilegio.

Suspiro en su boca y le doy cortos besos, muchos más lentos y dulces.

Le doy un ultimo beso y me salgo de su cuerpo para acostarme en la arena a su lado.  Ella quiere subirse encima de mi otra vez, pero la detengo con una mano.

-          Emily, cariño… debemos calmarnos.

-          No quiero. Bésame

-          Diablos – tapo mis ojos con una mano y respiro tratando de calmar mi excitación - si sigo besándote, no podre controlarme más.

-          No lo hagas – ella vuelve a besarme y esta vez muerde mi labio inferior sacándome de orbita.

-          Emily… alguien podría encontrarnos – ella me besa – solo, mereces algo mejor que esto – me besa – estas ebria – la tomo de los hombros logrando que encuentre mi mirada, estoy sorprendido. Sus ojos están inyectados en lujuria y diablos que nunca me hubiera imaginado poder verla así – recuéstate a mi lado, por favor. No hagas esto más difícil para mí.

Ella hace un tierno puchero pero no insiste más. Busco mi camisa y se la coloco con un poco de dificultad, cuando logro vestirla, me vuelvo a tirar en la arena, ella se tumba y se acuesta a mi lado, apoya su cabeza en mi pecho y la acuno con mi brazo. Ambos vamos tomando un ritmo de respiración más tranquilo. Dejando que nuestra excitación y deseo bajen sus decibeles.