Capitulo [4]

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4. Comencemos con el plan.

Cuando finalmente llegamos a casa de Melisa, ella me pasó sus escasos apuntes de la conversación entre Thofman y sus secuaces, los cuales los uní con los míos para comprobar que no me faltara nada.

- Entonces, ¿Qué es lo primero en la lista? - dijo ella dando un gran bostezo.

- Hmm - miré la lista - Creo que ire de compras.

- ¿En serio? Porque tu odias las compras.

 - Si... pero lo haré, realmente si me gusta ir de compras pero a veces siento que nada me queda bien por eso prefiero no hacerlo.

Melisa un poco asombrada carraspeo trayéndome de vuelta de mis pensamientos depresivos.

- Alison, eso no tiene por que ser un problema, claro que hay prendas que no te quedaran bien pero también hay otras que si te van a lucir.

- Entiendo - tome aire y luego lo expulse lentamente - Mañana iremos de compras. - Melisa asintió.

- Claro y luego continuamos con el resto de la lista. - me sonrió tranquilamente.

Después bajamos a la sala y nos pusimos a ver una película, Pulp fiction es de nuestras favoritas así que nos quedamos totalmente absortas viéndola.  

Cuando la película estaba apunto de terminar Melisa empezó a gritar como loca.

- Mi hermano viene en estas vacaciones que tenemos a mitad de año - me dijo al ver mi cara confusa y siguió gritando como una cría. En ese momento me percate que estaba con el celular en mano.

Eduardo Solano Thompson era el hermano mayor de mi mejor amiga, él ya estaba en la universidad, por eso no vivía aquí con Melisa. No me alegraba que él viniera porque tenía algo así como un extraño capricho de ligar conmigo pero yo nunca le hice caso pues era el típico hombre mujeriego que se quería ligar a todas las personas con vaginas.

- Bien - bostecé - creo que ya es hora de ir a dormir.

- ¡Alison! - refunfuño mi amiga. - Iré a avisarle a mamá lo de Eduardo, aunque seguro ya sabe - decía mientras caminaba hacia la habitación de su madre.  

                                       | ~*~ * ~*~ |

- Tomemos un descanso, por favor, te lo ruego. Me voy a desmayar en cualquier momento.- Le dije a Melisa exhausta después de pasar más dos horas seguidas caminado de arriba a abajo por todo el centro comercial.

- Esta bien, pero te recuerdo que tu fuiste la de la idea, ahora no te quejes.

- Lo se, no me lo recuerdes - hice una mueca mientras tomaba asiento a las afueras de una heladería - ¿ Quieres helado?

- Si, muero de hambre.

- ¿Cuándo no? - dije divertida mientras Melisa levantaba la cabeza de su celular y me fulminaba con la mirada.

- ¿Con quien hablas? - le pregunte después de haber hecho el pedido.

- Con Alex.

- Dile que venga.

- Si, dice que esta en camino.

Esperamos mientras Melisa y yo nos comíamos nuestros helados y hablábamos de cosas sin importancia hasta que por fin apareció Alex caminando hacia nosotras.

- Hola chicas- nos sonrió y luego nos dio un beso en la mejilla a ambas.

- ¿Qué tal Alex?- dijimos Melisa y yo al mismo tiempo.

¡Mariscal de campo ViRgEn!Where stories live. Discover now