Für P. O.

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Cuánto me ha servido escribir sin ser leído a lo largo de los años. Conforme pasaba el tiempo, comencé a envidiar a los leídos... Hasta que llegaron estos tristes días.

Los 16 serán un número más. El cielo volverá a ser gris. Las cartas solo serán papeles. Los bolígrafos no serán imaginados como plumas. Ya no se escribirá romance, a lo mejor ya no se escriba nada. El veterano volvió a ser un civil y ha sufrido de amnesia. Es una masa en el suelo con forma de humano que ha esperado tanto por ser grande y ahora prefiere adherirse a las sábanas.

A lo largo de una vida llena de desamores, decepciones y errores, se ha aprendido a fingir tan bien que una máscara que logra convencer sonrisas también puede crear mentiras grandes como un beso falso, una nueva cita, un nuevo te quiero y otras cosas inexistentes. ¿Cuál es el fin de tantas falacias? De no perder la costumbre de ser el fallo y ser olvidado como debió ser. Enterrar con violetas un reflejo joven y noble y dejarle el trabajo sucio a dos entidades dispares. Dejar que la bondad demuestre seriedad y la malicia, los malos actos y las mentiras. Vaya... ¿Quién diría que los némesis trabajarían en conjunto por mí? ¿Quién diría que una H forma un obra con una W? Incluso después de tu partida, o que te haya dejado partir, sigues logrando grandes hazañas en mi vida.

He hablado conmigo en toda la mañana. Eran palabras silenciosas. Yo jamás dejaré de llorar.

Han llegado tantos recuerdos como cascada, el tiempo se ha detenido muchas veces en contracciones muy dolorosas. Pero ya no estás. Te dejé ir. Te mentí para que te fueras y me alegro que hayas creído hasta ahora en mis palabras. Ya ha llegado el momento de seguir solo un camino que nunca quise seguir. Tú gritaste en lágrimas a los cielos que perdiste al hombre que más amabas, al chico perfecto... Estás equivocada. Yo te perdí a ti.

Jamás estuviste preparada, pero lo intentaste. Toda una aventura de 8 climas creíste en parte de las cosas y no te juzgo: yo no me lo creería si no viera sombras en el vacío.

Yo pude encerrar mi locura y esta tomó forma. Ahora es más fácil de encerrar como más diplomático el conversar. Yo no pude ayudarte a que tú hicieras lo mismo. Solo me quedó besar el veneno que quedaba en tus labios. Tú ya no llorarás, pero yo seguiré aquí. Seguiré recordando promesas, seguiré mojando fotografías, seguiré pensándote tal y cual hice casi media vida adolescente con el recuerdo de una difunta esposa. Las violetas seguirán secando mis lágrimas, pero yo extrañaré los girasoles.

Te he entregado el último amor que tenía para dar, y tras toda la toxicidad que pudo existir, me alegro de que hayas sido tú. Ahora sí estoy descorazonado. Serás mi Beatriz y yo el eterno Dante. Te seguiré los pasos desde las sombras, pero ya no me acercaré. Cuando sientas mi perfume, voltearás y no reconocerás al mendigo. Cuando des la espalda, yo volveré a seguirte y extrañarte.

Cuando me busques, yo ya no estaré y mi cuerpo será dominado por dos ideas dispares que se unirán como la vecina que niega que el inquilino está dentro. Si me dejas cartas preguntando cómo estoy, seguiré mintiendo que he conocido nuevos amores. Me dolerá hacerlo pero todo seguirá siendo por tu felicidad. Yo jamás seré tu felicidad, no pude hacerlo, no lo hice y ya no podré serlo.

Estaré en el suelo eternamente mirando la ventana, llorando, sangrando hasta que la vitalidad me abandone.

Lloraré tus alegrías y celebraré tus romances.

Abandonaré la aventura sin decirle a nadie.

Pediré perdón sabiendo que jamás podrás perdonarme ni mucho menos escucharme.

Ya no te llegará mi aliento.

Ya no sentiré el viento.

Ya no te estoy sintiendo.

Ya no estoy sintiendo.

Ya no...

Lograste aplacar viejos amores y cerraste las puertas a los venideros. Me has dejado eternamente en un cuadro. Te amo.

Für KrelaWhere stories live. Discover now