Aceptar el destino

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Antes de acostarme a dormir pensé en todo lo que había ocurrido ese día, sobre todo porque muchas cosas ocurrieron demasiado rápido, Sieger no quería rendirse hasta que yo lo perdonara, al parecer no importaba si quedábamos en malos términos, lo importante era que no se sintiera culpable pero por dentro sé que estaba realmente arrepentido.

(Varias horas antes, en la mañana)

Anunciador:
-Buenas tardes a todos los visitantes les pedimos el favor de que se acerquen a sus puestos que la carrera está a punto de comenzar, también le recordamos a los competidores que deben estar listos en sus zonas de inicio en 20 minutos.

Me bajé del auto y con algo de prisa quería dirigirme al vestidor de nuestro equipo, la verdad no tenía muchas ganas de toparme con nadie y mucho menos después de lo de la noche anterior, en ese momento oí la voz de Sieger.

Sieger:

-Marc...

Marc:

-¿Ah?

Sieger:

-Lo siento

Hubo un silencio incómodo por unos segundos, pensé que iba a decir algo más, le hice un gesto como de -¿Algo más?-, el silencio siguió y me limité a contestar.

Marc:

-Buena suerte en tu carrera, amigo

Tras eso tomé rumbo a los vestidores y entre desilusión y rabia pensé -En serio Sieger, ¿es todo lo que puedes decir?, un poco patético-. La carrera iba a empezar y todos nos dirigimos a nuestros lugares, el papá de Sieger y el muchacho rubio que lo acompañaba la noche anterior en el auto vinieron a verlo, supuse que es su hermano del que me había comentado antes, además también había venido la chica de Stef a animarlo, mis papás y Neeltje también habían venido a apoyarme, seguía pensando en todo lo que había pasado esos días con Sieger pero debía despejar mi mente de una buena vez o no iba a tener oportunidad en la carrera.

Luego del disparo Stef inició muy bien dándonos un poco de ventaja, tras él recibía Tom, luego recibía yo, arranqué sin pensar en nada para correr mejor y tras eso entregué el testigo a Sieger quien no perdió la delantera, y finalmente ganamos. Todos los que nos apoyaban se acercaron para felicitarnos y en eso Sieger y yo cruzamos miradas, estábamos contentos por ganar no había duda de ello, pero yo seguía sin estar al menos a paces con Sieger, su familia lo recibió a mí se me acercaron mis padres y Neeltje junto con personas que apenas distinguía, tras eso ambos nos dirigimos en direcciones contrarias, quizás a casa a celebrar cada quién con los suyos.

Mi padre nos llevó a almorzar a un restaurante que estaba cerca de la pista de carreras, la verdad el almuerzo de celebración estuvo delicioso pero nada ni nadie era capaz de sacarme de mis pensamientos lo ocurrido con Sieger, mi rabia aumentaba cada vez que lo pensaba -¿Por qué no te me acercaste de nuevo?, ¿Por qué no fuiste a felicitarme y dejarme felicitarte?, ¿Por qué no pudiste pedir disculpas bien?, vamos no pido un beso en frente de todos, sé que esto es difícil y nuevo para ambos, pero no veo lo complicado en pensar una disculpa más elaborada-.

Luego de eso volvimos a casa y cada quién se dirigió a su cuarto, mis padres dijeron que saldrían más tarde por una cita que tenían con algunos de sus compañeros de trabajo de papá, y Neeltje estuvo viendo la T.V. un rato, yo me acosté y traté de despejar mi mente y descansar pero hasta eso fue inútil para sacar de mi cabeza la frustración y la ira que tenía contra Sieger. Pasaron varias horas y ya estaba cerca de conciliar el sueño cuando de repente se oyó una motocicleta que sonaba muy duro y luego sonó una bocina como llamando a alguien a asomarse, luego oí a mi mamá decir.

Jongens - Het verhaal gaat verderWhere stories live. Discover now