Esa noche

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Conduje lejos de la ciudad por un buen rato, Marc me abrazaba de una forma que parecía decirme -Está bien te perdono-. Me dí cuenta que ya era tarde y hacía un buen rato había oscurecido pero quise ir un poco más lejos, donde sea que pudiera seguir sintiendo ese abrazo que me hacía sentir tan bien, -ya pensé esto demasiado- pensé para mis adentros empezando a estar seguro de lo que quería.

De regreso tomé un camino que nos llevaba hacia el lago, esta vez cumpliría mi palabra, estacioné la motocicleta y en ese momento preguntó Marc -¿Seguro que quieres nadar?-, simplemente asentí con la cabeza y rápidamente nos quitamos la ropa hasta quedar en nuestras bermudas deportivas, sin importar el frío decidimos dar juntos un salto desde el puente igual que la primera vez y empezamos a jugar un rato, me sonrió con esa naturalidad que me hacía sentir confundido en un principio pero que ahora me hacía sentir unas ganas de no apartar la mirada de ese gesto tan perfecto. Ya empezaba a ser realmente tarde y mi padre y Eddy seguro seguían sin saber yo donde demonios estaba, no me quería ir pero aún así debía, le avisé a Marc de que ya era hora de irnos y también puso una cara de tristeza pero que cambió de inmediato a un gesto de satisfacción acompañado de esa sonrisa que tan loco me tenía últimamente. Cuando finalmente salimos del agua nos dirigimos hacia su casa, sus padres no estaban y Neeltje estaba durmiendo así que aproveché para secarme bien y no levantar sospechas al llegar a casa, pero antes de irme no lo podía retener más aproveché el momento y le dí un beso rápidamente y luego nos quedamos viendo como bobos por unos minutos hasta que sonó bruscamente mi teléfono y nos sacó de ese espacio que nuestras miradas habían creado y del que no queríamos ser molestados.

-Debo irme ya no quiero que mi padre se enoje-, Marc me miró e hizo un puchero gracioso -De acuerdo déjame te acompaño abajo-, luego de que nos despedimos encendí la motocicleta y avancé lentamente para poder mirarlo un poco más antes de irme, tomé un atajo y como estaba solo tiré bastante del acelerador, era obvio que tenía mucha prisa por llegar a mi casa y aún no había pensado en lo que le diría a mi padre sobre qué estaba haciendo. Finalmente llegué y los platos del almuerzo de celebración seguían aún en la mesita frente al garaje, guardé la motocicleta y me dirigí silenciosamente hacia mi cuarto, al parecer mi padre ya se había dormido y Eddy estaba viendo algún programa o debía estar jugando pero de cualquier manera se preocuparía más por saber en cómo está la motocicleta que en saber dónde y con quién estaba yo, de todos modos pasé desapercibido y finalmente entré a mi cuarto, me cambié toda mi ropa y me puse algo más ligero para dormir, cuando me acosté pensé en todo lo que estaba pasando últimamente, pero ya no dudaba sobre qué escoger sino sobre cómo lo manejaría, ¿Qué le diré a mi padre, a Jessica, me odiará o me fastidiará Eddy?. Justo en ese momento recordé que antes del almuerzo Stef me había dicho algo, -Marc y tú... Hacen una buena pareja, fueron muy precisos- no sabía si se refería netamente al modo deportivo o él de algún modo se había enterado de esto, pero de cualquier manera supongo que en Stef si puedo confiar y él nunca me ha tratado mal después de todo aunque por ahora no debo preocuparme por eso, debo pensar como atender cosas más importantes, luego de organizar un poco más mis ideas saqué mi teléfono y le escribí.

Sieger:

-Buenas noches

Contestó más rápido de lo que esperaba.

Marc:

-Buenas noches, gracias por lo de hoy

-Fue un buen premio por la carrera

Sieger:

-Jajajajajaja seguro

Marc:

-Cuando quieras puedes venir por otro helado excéntrico

Sieger:

-Me encantaría

Decidí irme a dormir de una vez por todas y dejar pasar la noche tranquilamente, ya tendría todo el día siguiente para poder pensar en muchas cosas que debo manejar ahora. Aunque la verdad es que me tomó un buen rato poder conciliar el sueño, la imagen de Marc y su sonrisa no paraban de rondar mi cabeza y hacerme sentir como que podría estar recordando ese gesto toda la noche y no importaría el no dormir, hasta que al final me sentí bastante cansado de lo larga que había sido esa noche pero definitivamente estaba más que satisfecho, es una de las mejores noches de mi vida, luego recordé la cara de Marc en el lago pues también había hecho una cara de satisfacción. Ya con esa imagen en mi mente pude relajarme y finalmente caí rendido al sueño.

Jongens - Het verhaal gaat verderWhere stories live. Discover now